Icono del sitio Trabajadores

Migraciones: un fenómeno con creciente mortalidad

La Organización Internacional para las Migraciones dio cuenta de un brusco aumento durante el primer semestre del año del número de migrantes muertos cuando intentaban llegar a su destino en Latinoamérica y el Caribe.

Foto: El País

Según la fuente, 380 personas perdieron la vida en ese propósito, lo cual significa un incremento del 57,6 % de las víctimas mortales respecto a igual período del 2018.

Resulta la cifra más alta desde que la OIM recopila estos datos a través de la iniciativa Proyecto Inmigrantes Desaparecidos, hace cuatro años, destacó en rueda de prensa el portavoz de la organización, Joel Millman.

El funcionario subrayó que el actual mes fue particularmente trágico en la frontera entre Estados Unidos y México, donde 23 personas murieron desde el 30 de mayo.

Se trata de una de las zonas de mayor flujo migratorio en el continente, y escenario de una avalancha humana procedente de diversas latitudes, sobre todo de El Salvador, Honduras y Guatemala.

Una de las víctimas fue una niña indígena de seis años que murió deshidratada en el estado de Arizona después de cruzar la frontera con México, además de otra menor de 12 años proveniente de El Salvador, fallecida de un disparo en el estado mexicano de Veracruz.

Además, patrullas fronterizas estadounidenses encontraron varios cadáveres en la cuenca del Río Bravo, hecho recurrente en esta época de lluvias, lo cual hace el paso muy inseguro.

Pero el mayor número de muertes este año en el hemisferio se registró en el Caribe, donde desaparecieron 143 personas en los seis primeros meses del 2019, según informe presentado por Millman.

Por su parte el director general de la OIM, William Lacy Swing, situó en más de 240 millones los migrantes a nivel internacional; ello representa el 3.3 % de la población planetaria.

La agrupación considera que aproximadamente 68 millones de personas están desplazadas por la fuerza, incluidos 25 millones de refugiados, tres millones de solicitantes de asilo y más de 40 millones de desplazados internos.

La OIM define a un migrante como cualquier persona que se desplaza o se ha desplazado a través de una frontera internacional o dentro de un país, fuera de su lugar habitual de residencia independientemente de su situación jurídica, el carácter voluntario o involuntario del desplazamiento, las causas del desplazamiento o la duración de su estancia.

La Agenda 2030 de Desarrollo Sostenible de Naciones Unidas reconoce por primera vez la contribución de la migración al desarrollo sostenible.

Once de los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) contienen metas e indicadores que son pertinentes para la migración o el desplazamiento. El principio básico de la Agenda es “no dejar a nadie atrás” y esto incluye a los migrantes.

La principal referencia a la migración en los ODS se establece en la meta 10.7: Facilitar la migración y la movilidad ordenadas, seguras, regulares y responsables de las personas, incluso mediante la aplicación de políticas migratorias planificadas y bien gestionadas.

Otros objetivos tratan también distintos aspectos de la migración tales como la trata de personas, las remesas y la movilidad internacional de estudiantes, entre otros. La migración es indirectamente relevante para muchos objetivos.

Pero Estados Unidos no entiende de razones ni atiende las causas del fenómeno migratorio que lleva a sus fronteras a miles de personas.

El presidente Donald Trump anunció que el servicio de Inmigración y Control de Aduanas comenzará la próxima semana a deportar a millones de migrantes que se encuentran en el país de forma ilegal.

“Serán deportados tan pronto como entren”, subrayó en su cuenta de Twitter.

Compartir...
Salir de la versión móvil