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La admirable ambición de nuestra selección masculina de balonmano fue suficiente este domingo para descorchar la gloria final en el III Campeonato Mundial para Naciones Emergentes.
A pesar de que mostró otra vez su cara más seria, no pudo doblegar en la discusión del oro al correoso conjunto de Georgia, que ejerció con contundencia su papel de sede y verdugo, para imponerse 31-21 a los caribeños.
Fiel al guión que la llevó hasta el combate definitivo, la representación patria intentó desatarse con su mejor medicina: fuerte ataque y distinguida defensa. Aún así, los euroasiáticos, gracias a una estructura defensiva muy ordenada, y una embestida de asalto y contragolpe letales, rindieron nuestra resistencia.
Cuba tuvo muchos minutos de furia y sueño. Sin embargo, esa rabia que siempre encendió su pecho y quebró a rivales durante la justa no alcanzó. Varias fueron las notas de interés que nos dejó la lid. Resaltan la histórica presea de plata y la contundente materia prima con la que se cuenta para conquistar puertos más exigentes.
Entre tanto optimismo prefiero adueñarme de varias de las mejores notas del guión que escribieron los criollos. No les asusta el recorrido que les presenta el libro de aventuras que tienen frente así. Tampoco les erizan los pelos las montañas escarpadas que divisan en el horizonte. El reto para ellos es un peso que no aterra.
Con tamaña convicción y escudados en la máxima de que no todas las batallas las gana el polvorín que late en su interior, la formación nacional demostró que tiene tinta para escribir mejores gestas. Algunas llevarán tiempo. La mezcla idónea de atletas contratados en el exterior con otros en plena formación y que se esculpen en casa, es una fórmula que puede perfeccionarse más.
El reto más inmediato serán los Juegos Panamericanos de Lima 2019. Trinchera por medio estarán selecciones como Brasil, Argentina y Chile, todas con formidable empaque y con hombres de mentes rocosas, gracias a su experiencia al más alto nivel.
Tan sólidos argumentos invitan a la cordura antes de lanzarse a un vaticinio apresurado. Sin embargo, al renacido balonmano de esta Isla le sobran agallas, y cada día afilan un poco más sus argumentos de juego.
Definitivamente están listos para rebelarse y pescar nuevas glorias en las revueltas aguas de la batalla.
