Al galope, con la retaguardia bien amurallada y con pólvora y metralla de la buena en ataque, la selección cubana continúo imparable en el III Campeonato Mundial de Naciones Emergentes de Balonmano para hombres, que tiene como sede a Georgia.
El atormentado de turno fue la India, incapaz de frenar la estampida y el poderío físico de los caribeños, quienes había acuñado su pase a la semifinal en la jornada del miércoles, luego de abrir la boca y devorar como un buen aperitivo al conjunto de Azerbaiyán 31-26.
Este jueves los asiáticos intentaron un inútil toma y daca contra los nuestros, que embistieron por todos los flancos, creando una armonía frenética que se tradujo en el pizarrón electrónico 40-29. Fredy Lafortán azotó a los rivales con nueve goles.
Antes de lacerar el espíritu de indios y azeríes, Cuba con un soberbio ejercicio de dominio y bravura liquidó en el grupo A las intenciones Gran Bretaña, China y Colombia.
Ahora toca asumir la semifinal ante Georgia o Bulgaria, las formaciones de mayor caché en el apartado B. Ambos bloques lo integran competidores natos, dueños de un accionar intrépido y salvaje. Se anuncia un duelo de rugido al aire y puño en alto.
Ojalá la fiesta se complete con el pasaje a la final. Aún así el balonmano ha vuelto a estampar otro ejercicio de afirmación. El optimismo sigue por las nubes.