A escasos metros del azul infinito que regala el Océano Atlántico, se erige galante el Hotel Brisas Guardalavaca, perteneciente al grupo Cubanacán y desde donde se defienden diariamente la calidad del turismo holguinero de sol y playa, tanto que sus trabajadores se regocijan de haber obtenido por octava ocasión la condición de Vanguardia Nacional.
El alto estímulo honra a un colectivo de 435 trabajadores que se esfuerza por mantener satisfechos a clientes extranjeros y nacionales, quienes visitan la planta hotelera en busca de una placentera estancia, caracterizada por ofertas auténticamente cubanas, entre las que resaltan la comida criolla, que gana adeptos sobre todo en el restaurante El Guayabero.
Con 437 habitaciones y cerca de 25 años en explotación, que cumplirá en noviembre venidero, Brisas Guardalavaca destaca por su índice de repitencia, de un 13 %, que habla por sí solo del encomiable trabajo desplegado allí. Gracias a ello se mantiene la afluencia de turistas canadienses e ingleses, fundamentalmente, y más recientemente de rusos, sin dejar de mencionar a los clientes nacionales, que se incrementan en la época estival.
Al respecto, Gipsy Hernández Perdomo, subdirectora general de la instalación, afirma que Brisas… está muy bien posicionado con respecto a la comercialización, aun en la llamada temporada baja. Mientras de forma general el destino Holguín hoy exhibe aproximadamente un 30 % de ocupación, el hotel tiene ese indicador por encima del 81 %, lo cual tiene mucho que ver con sus bondades, pues está muy cercano a la playa y diseñado para el disfrute en familia.
Sin embargo, destaca la directiva, ese indicador se debe sobre todo a la calidad del capital humano del centro. “Los trabajadores tienen un sentido de pertenencia muy grande por la instalación. Los clientes regresan por ellos, su calor humano y hospitalidad, y nos lo dicen. Nos distingue el personal, con gran estabilidad, pues muchos son fundadores y han mantenido un estándar. Existe una cultura organizacional y los trabajadores nuevos van adaptándose a esa forma de trabajo que hoy permite que el hotel tenga un buen servicio”, señala.
“También contamos con una fuerza joven, a la que estamos constantemente entrenando y enseñando. En los últimos años prácticamente nos hemos convertido en un hotel escuela. Se les han abierto las puertas a Formatur y politécnicos. Brisas Guardalavaca es un gran laboratorio para quienes serán el futuro del turismo”, acentúa Hernández Perdomo.
Agrega que “la clave fundamental está en el servicio que brindan hoy nuestros trabajadores, porque el paso del tiempo deja ver ya la necesidad de una remodelación en el hotel”. Sin embargo, aunque de forma general la institución no ha sido renovada, cada año se han llevado a cabo reformas en diversas áreas para mantener el confort, y para el futuro cercano se planea la creación de un Cigar Bar en la cuarta planta y con vista al mar, proyecto con el que se continuará la inserción de ofertas que promueven la cubanía.
De acuerdo con José Ángel Expósito, secretario general del buró sindical, el hotel se distingue por cumplir sus principales indicadores económicos, que en el 2018 se comportaron por encima de lo planificado, como los turistas-días (12 mil 849) y las utilidades, sobrecumplidas en un 30 por ciento.
No obstante, el dirigente sindical resalta que el centro tiene también una importante labor social. Al respecto puede subrayarse que son significativas desde el punto de vista humano las colaboraciones de los trabajadores, especialmente de los que pertenecen a la sección sindical de Alojamiento, con los niños de la Sala de Oncología del municipio de Banes, para quienes se organizan actividades recreativas.
Asimismo, de Brisas Guardalavaca hay que resaltar su trabajo ambiental, que en el 2016 se vio coronado con el Premio Nacional de Medio Ambiente. Se promueve la clasificación de desechos para su posterior reciclaje, y se logra motivar a la comunidad aledaña y a los clientes para que participen cada semana en actividades de reforestación, como la tradicional Siembra del Árbol.
Gipsy Hernández Perdomo recalca que parte del éxito de la planta hotelera radica igualmente en el desarrollo de una administración mancomunada entre todos los factores, pues se les da la posibilidad a los trabajadores que se involucren en los denominados órganos colegiados y conozcan sobre el rumbo económico de la instalación.
La participación consciente de los trabajadores permite que hoy, cuando el recrudecimiento del bloqueo norteamericano perjudica al turismo cubano, el hotel mantenga su estándar de calidad de cuatro estrellas, diversifique su mercado y aumente las ventas opcionales para incrementar los ingresos de bolsillo, que hasta la fecha son superiores en 34 mil CUC con respecto al año anterior.
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