Bajo el lema de Por la paz, el progreso y la hermandad de los cubanos, más de medio millar de personas de diferentes generaciones, entre ellos congregaciones de afrorreligiosos, se reunieron en la sede de la Casa del Caribe en Santiago de Cuba, para asistir a un Tambor por la Paz dedicado al orisha Obatalá, auspiciado por la Asociación Cultural Yoruba de Cuba (ACYC); institución única en la nación que integra proyectos de investigación en función de promover los valores autóctonos de la cultura popular tradicional y los sistemas mágico-religiosos, y sus peculiares formas de manifestarse en el país.
José Manuel Pérez Andino, presidente de la ACYC, precisó que “en los tiempos que corren, nuevos y peligrosos desafíos se ciernen sobre la paz, la soberanía y la unidad inquebrantable de todos los cubanos. La incertidumbre del contexto geopolítico mundial y las amenazas de la Administración Trump para con América Latina y, en especial, Cuba, nos convocan a estar cada vez más unidos, instruidos y alertas”, e instó a cada cual, “desde su saber, su hacer y su discurso” a convertirse en “un soldado de la patria dispuesto a defender todas y cada una de las conquistas de la Revolución”.
La reconocida agrupación de música afrocubana Aña Abore Kam (Hermanos de corazón) tuvo a su cargo la interpretación de los cantos a Obatalá, deidad que simboliza la paz, la inteligencia y los sentimientos humanos —entre otros atributos—, y la de mayor autoridad entre las siete principales del Panteón Yoruba. Se le atribuye el nacimiento de la mayoría de los dioses africanos y el origen de todo lo que habita en la Tierra. Para venerarlo, los bailadores realizan movimientos suaves y doblados como los de una persona muy anciana. Se ejecutaron varias piezas dirigidas a este ídolo, que en la religión católica se sincretiza con la Santísima Virgen de las Mercedes.
Se encontraban presentes también Aldo Arbois Laffita y Antonio Hernández Reyes, de la Oficina de Asuntos Religiosos y del Departamento de Cultura del Comité Provincial del Partido en Santiago de Cuba, respectivamente, así como Orlando Vergés Martínez, director de la Casa del Caribe; además de los presidentes de las filiales de la ACYC de Santiago de Cuba, Guantánamo; junto con santeros, Ogboni, abacuás, paleros, espiritistas, muerteros, tamboreros y babalaos de diferentes regiones del país.