La mayor atención en la tercera jornada y cierre del 73 Memorial Barrientos de Atletismo era ver cuánto más podía elevar su récord nacional juvenil Rosaidi Robles en el salto con pértiga. Y aunque lo intentó por dos centímetros no pudo conseguir la marca, pero sí el título, uno de los 12 conseguidos por Cuba en un programa que repartió 16.
La holguinera empezó bien temprano sus saltos en la pista auxiliar del Estadio Panamericano y quedó rápidamente sola en competencia. Comenzó en 4,10 metros y lo venció al segundo intento, mientras la varilla a 4,20 la burló en la primera oportunidad. Luego pediría 4,32 para superar su primado junior, pero tres veces el vuelo acrobático no fue todo lo perfecto que debía y derribó el listón.
Ya más relajada con su primera dorada en estos certámenes, la prima del campeón olímpico de los 110 con vallas, Dayron Robles, dialogó con la prensa. “Me sentía muy bien y estaba preparada para superar mi marca nacional juvenil. Solo que me atrasaba un poco con los brazos y por eso cogía la altura muy antes de la varilla”.
Imposible no hablar de la influencia en ella de Yarisley Silva, campeona mundial y subtitular olímpica. “De Yarita tengo la carrera, la fuerza, la potencia, porque soy muy fuerte. Debo mejorar el vuelo y la acrobacia.
“Es muy buena conmigo. Me enseña, me corrige y siempre me ayuda y apoya con todo. Espero estar en un escenario de competencia internacional algún día con ella”, señaló la joven de 18 años.
Al comentarle que lo podrá hacer en los próximos Juegos Panamericanos de Lima, para los que cumplió ya la marca mínima exigida no escondió su asombro. “Si voy o no lo decidirá la Comisión Nacional. Tengo marca ya para los Juegos y para el campeonato panamericano juvenil. En caso de ir lo que más deseo es conocer a las mejores saltadoras de América y ganar en experiencia para las próximas competencias”.
Muy cerca de ella su entrenador Rolando Palacios Pulgarón la felicitó y también accedió a conversar sobre una de las agradables promesas del atletismo en casa. “La competencia estuvo en el rango de lo que esperábamos, aunque atacar el récord nacional juvenil era un propósito posible. Vamos poco a poco, sin apuros, y saldrán muchas marcas”.
El destacado profesor, por muchos años trabajador de la Escuela Internacional de Educación Física y Deporte, explicó que entre las características más llamativa de su alumna están la rapidez y la fortaleza física. “Estamos intentando mejorar la parte técnica y que aumente la longitud del agarre. Ella puede saltar lo que ella quiera. Ahora está disfrutando cada salto, cada torneo y no solo debemos esperar mejores marcas este año, sino en el 2020”.
Con respecto a su posible participación en la capital peruana junto a Yarisley Silva añadió: “Será primera vez que ella compita con nuestra mejor figura en un torneo internacional de envergadura. No le pondremos marca, solo le vamos a pedir que compita contra ella misma y que disfrute, aprenda y viva ese momento”.
Cierre previsible, cuatro campeones visitantes
Aunque era de esperar una lluvia de campeones del patio, la mexicana María Orozco en la impulsión de la bala (16,17 metros), y los estadounidenses Zechariah Blake, en la jabalina (58,56), Morgan Smalls en salto de altura (1,79) y el relevo 4×100 para damas (45.67 segundos) —este último por descalificación de nuestra cuarteta— rompieron el dominio tricolor en sus respectivas pruebas y regresaron a casa con las coronas de la 73 edición del Memorial Barrientos.
Otros triunfadores de la jornada conclusiva fueron Lázaro Rodríguez (51.20 segundos) y Claudia Bécquer (1:00.55) en 400 con vallas, Félix Valle en el disco (57,94), Dailín Belmonte en 10 mil (35:28.46), Reinier Mestre en 5 mil (15:11.00) y Pedro Acuña en la doble vuelta al óvalo con 1:50.02 minutos. Asimismo, Dayly Cooper venció en los 1500 metros (4:27.13), Marys Patterson en el heptatlón (5256 puntos) y las estafetas 4×100 varonil (40.08) y 4×400 en ambos sexos con 3:08.39 para los hombres y 3:34.97 para las damas.
