Luis Antonio SerranoTerry es uno de los cubanos más integrales en las distintas facetas de la vida.
Lo conocí el día que me ofreció su ayuda para que yo hiciera mis primeros reportes vía telefónica para la emisora Provincial Radio Surco. Entonces, su oficina se convertía, de forma voluntaria por el año 1992, en la primera corresponsalía del municipio avileño de Ciro Redondo. Y es que él es también hombre de radio.
Pero no voy a destacar precisamente su trayectoria en condición de colaborador de los medios de comunicación, lo cual le posibilitó ingresar en las filas de la Unión de Periodistas de Cuba. Como hoy 8 de junio, es el Día del Trabajador Jurídico, quiero enfatizar acerca de lo más importante de su trayectoria como profesional del derecho.
En 1978 comienza a ejercer la abogacía, tras graduarse en la universidad de la provincia de Camagüey, donde también ejerció la docencia, y en esa ciudad de los tinajones desempeñó la responsabilidad de jefe del departamento jurídico de la Delegación Provincial del otrora Ministerio de la Industria Azucarera.
Luego de desempeñar varios cargos, entre los que figura el de administrador de centrales azucareros en distintas provincias cubanas, regresa a su natal pueblo de Pina, en el centro de la geografía avileña, para desempeñarse como asesor jurídico en el Complejo Agroindustral Ciro Redondo, el mayor productor de azúcar en Ciego de Avila.
Participó en varios congresos nacionales e internacionales en calidad de miembro fundador de la Sociedad Científica de Derecho Agrario y como integrante de la Unión Nacional de Juristas de Cuba, cuya organización le entregó en las últimas horas el Premio por la Obra de la Vida.
Ahora el también escritor, poeta, ferroviario e Hijo Distinguido de Ciego de Ávila, título conferido por la Asamblea Provincial del Poder Popular, desempeña una de las labores más nobles como tutor de sus hijos, nietos, bisnietos y de su esposa Zoila Irarragorri, porque con la jubilación no concluyó la vida social activa del multifacético abogado a quien todos le llaman Terry.
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