Este jueves Trabajadores arriba a su aniversario 49. Muchas son las actividades que nos hemos propuesto realizar desde ahora hasta llegar al medio siglo, dentro de ellas lo fundamental: hacer un periódico mejor y más útil a nuestros lectores.
Durante estas décadas, nos sentimos estimulados por las valoraciones hechas sobre nuestra publicación por el Comandante en Jefe y por el General de Ejército Raúl Castro.
En el 53 Pleno del Consejo Nacional de la CTC, efectuado el 14 de enero de 1987, Fidel expresó: “Aprovecho para decir que cada día me aficiono más al periódico de los trabajadores, con su nuevo formato, su contenido, porque cada día trae más información sobre los problemas de la industria, de la producción, las distintas cosas, con mucha seriedad, lo digo, y muy útil, para nosotros es muy útil, para mí es muy útil”.
En un gran cartel a la entrada del periódico, que reproduce la primera plana de nuestra primera edición, aparece otro criterio del Líder Histórico de la Revolución, correspondiente a ese mismo año: “(…) mi lectura preferida en horas de la noche es el periódico de los trabajadores, que plantea muy bien todos los problemas que surgen en un sindicato, en una fábrica, los problemas de protección e higiene del trabajo, sobre leyes, sobre producción, sobre todo. Informaciones de extraordinaria importancia. Recibo más información por esa vía que por los informes oficiales”.
El primer director del periódico, Jaime Gravalosa, refirió un suceso ocurrido durante las sesiones del II Congreso del Sindicato Nacional de Trabajadores Civiles de las FAR –en la actualidad de Civiles de la Defensa:
“Un delegado que estaba responsabilizado con la edición de un boletín que no había podido imprimir y en tono pesimista contaba sus problemas. Raúl le salió al paso: ‘¿Tú ves este periódico?, dijo mientras mostraba el último número de Trabajadores, los compañeros, con muy pocos recursos, lo hacen “guapeando”. Eso es lo que tienes que hacer tú: “guapear” y ya verás cómo sales adelante’”. En otra ocasión, contó:
“En una recepción, Raúl charlaba con un grupo de extranjeros de temas de interés, y de pronto paralizó la charla para preguntar: ¿Hay algún periodista aquí? Otra joven recién graduada, que se sentía empequeñecida, respondió tímidamente: ¡Yo! —¿De qué periódico eres? le preguntó Raúl y cuando la joven dijo de Trabajadores, nuestro General de Ejército dijo ante todos: —Bien. Puedes quedarte aquí entre nosotros, ese es un buen periódico, ¡un periódico decente!”
Tales criterios nos comprometen a perfeccionar constantemente nuestra labor editorial, al igual que aquellas dos visitas de Fidel a nuestra redacción en 1990, la primera de ellas cuando nos correspondió anunciar en primera plana que pasaríamos de diario a retomar la frecuencia semanal.
Parecía un paso atrás, sin embargo, no fue asumido por el colectivo como un retroceso sino como una victoria, pues las difíciles condiciones del período especial que comenzaba llegaron a poner en peligro la existencia misma de la publicación. “Nos veremos menos pero el apretón de manos será más fuerte”, les aseguramos a nuestros lectores.
Los que acogieron al Comandante en Jefe aquella madrugada en que se preparaba la última edición diaria, recibieron en medio de la adversidad una tremenda carga de optimismo al oírle expresar su satisfacción porque los trabajadores hubiesen podido mantener su medio de expresión y constatar su sensibilidad ante las preocupaciones del colectivo por el paso a semanario.
¡Y qué tremendo compromiso su pedido de que en las nuevas condiciones nos esforzáramos por hacer un periódico cada vez mejor!
Tres días después, en la noche del viernes 28 de septiembre mientras se preparaba la primera edición semanal que comenzaría a aparecer a partir del día siguiente y durante un tiempo cada sábado, se produjo la segunda visita del Comandante en Jefe. Fue otra carga de aliento y de confianza en nuestro papel como órgano de prensa.
Todo esto acude a nuestra mente en este 49 aniversario en que el colectivo reanuda su decisión de seguir adelante sin dejarse intimidar por las dificultades, y dispuesto a seguir realizando un periodismo revolucionario, socialista y al servicio de quienes nos dan nombre: los trabajadores.