Cuando aquellos primeros pobladores, con aires de conquista y potestad de la Real Corte española, clavaron los primeros horcones para erigir sus aposentos en este terruño del centro de Cuba, estaban muy lejos de imaginar que la espiritualidad de aquellas simples cobijas de guano trascendería más de cinco siglos.
Aunque los últimos estudios históricos ubican el hecho fundacional unos kilómetros más alejados del enclave actual, también concuerdan que no tardaron mucho en trasladarse definitivamente hacia las márgenes del Yayabo.
Pasados 505 años, los espirituanos continúan cimentando su futuro, alrededor del cauce del distintivo río, con profundos nexos a la historia patrimonial y patriótica de su añeja villa, que se impone al tiempo con el empuje de sus hijos.
Felicitaciones a los espirituanos que celebran el cumpleaños 505 de la ciudad de Santi Spirítus. Conserven la belleza de la villa, su patrimonio y el patriotismo y la humildad de su pueblo. #SomosCuba #SomosContinuidad pic.twitter.com/0hhbBmbHiO
— Miguel Díaz-Canel Bermúdez (@DiazCanelB) June 4, 2019
Ello lo atestigua todo cuanto se ha hecho para engalanarla en jornadas previas al onomástico, y la inconformidad insaciable de lo que puede hacerse para conservar sus valores citadinos y favorecer el bienestar de quienes la habitan.
En ese entorno, donde se encuentran las tres principales joyas arquitectónicas de la villa, la Iglesia Parroquial Mayor, el puente sobre el río Yayabo y el Teatro Principal, se esperó el aniversario con una gala homenaje y se efectuó este martes una sesión solemne de la Asamblea Municipal, dedicada a la ciudad y a sus pobladores.