La reafirmación del dominio de Cuba en el lanzamiento del disco (F) con el dúo Denia Caballero- Yaimé Pérez y un discreto salto de plata de Juan Miguel Echevarría resumieron las actuaciones de los atletas cubanos en la tercera parada de la Liga de Diamante, celebrada este penúltimo día de mayo en el Estadio Olímpico de Estocolmo, Suecia.
Las primeras en salir al ruedo por preseas fueron las discóbolas. Tras el rigor del calentamiento de rigor (la temperatura rondaba los 10 grados), la campeona mundial del 2015 y bronce olímpica en el 2016 puso rápido el tiro ganador con 65,10 metros en el segundo disparo, al que se solo se acercó la propia Yaimé con 65,09 en su cuarta ronda.
La secuencia de tiro de ellas fue bien diferente a la de su eterna rival, la croata Sandra Perkovic, quien tuvo apenas tuvo dos intentos válidos (63,46 y 63,71) y terminó quinta, por detrás también de las chinas Yang Chen (64,25) y Bin Feng (63,87). En el caso de Denia (x-65,10—65,05-x-x-61,27) salió con todo desde el principio; mientras Yaimé (64,36-61,77-64,51- 65,09-63,08- 63,12) demostró estabilidad sobre los 61 metros sin ninguna falta y dejó claro que siempre hay que contar con ella.
Por su parte, en el esperado tanque de salto (estirado medio metro por los organizadores), el campeón mundial bajo techo de salto de longitud, Juan Miguel Echevarría, mantuvo en vilo a sus seguidores hasta el sexto brinco (8,12 metros), en el que pasó del sexto al segundo escaño, aunque con una marca muy debajo de sus reales potencialidades.
La prueba la conquistó el sueco Thobias Montler con el mejor desempeño de su carrera (8,22), mientras el estadounidense Jeff Henderson (8,09) consiguió cerrar el estrado de premiaciones con bronce. Lo más sorpresivo, además de los bajos registros, es que el sudafricano Luvo Manyonga (8,07), campeón mundial de esta especialidad, se quedó también sin preseas con un cuarto lugar.