La Helms- Burton no nos detendrá

Trabajadores matanceros de la Central Termoeléctrica (CTE) Antonio Guiteras Holmes denunciaron el impacto que para la planta de mayor eficiencia generadora del país ya está teniendo la activación del Título III de la Ley Helms-Burton, instrumento jurídico que a días de haber entrado en vigor ya ha frenado la fabricación de suministros destinados a un mantenimiento capital pronosticado para septiembre de este año.

“Bancos con los que operábamos, sencillamente dijeron que estaban en presencia de un riesgo demasiado grande y cancelaron”, comentó el ingeniero termoenergético Román Pérez Castañeda, al intervenir en un matutino especial de repudio a la Ley aprobada en 1996.

Por suerte, dijo, varios de esos contratos ya estaban muy avanzados. “Hay equipos terminados, algunos de los cuales ya los tenemos en nuestros almacenes, lo que constituye un gran alivio”.

Pérez Castañeda ponderó a “otros bancos y empresas extranjeras que han mantenido su palabra, aunque con la condición de aportar pruebas fehacientes de que la CTE no perteneció a ningún cubano radicado en Estados Unidos ni a empresa de ese país”.

Fundada el 18 de marzo de 1988, la CTE Guiteras Holmes es hija legítima de la Revolución, señaló el ingeniero. Sin embargo, alertó, hoy en el mundo muchas la confunden con la termoeléctrica José Martí, derivada de la mal llamada Compañía Cubana de Electricidad, nacionalizada en 1960.

Según Pérez Castañeda, ingenieros norteamericanos, autores de su diseño y fabricación, al triunfo del primero de enero de 1959 se marcharon del país sin poner en servicio dicha planta, osadía asumida por profesionales cubanos, pese a no contar con la documentación.

Recuperada en tiempo récord tras los daños sufridos en el 2017 por el huracán Irma, la CTE Guiteras mucho debe a su talentoso movimiento de innovadores y racionalizadores, hombres y mujeres que seguirán mitigando los efectos de un bloqueo ahora más recrudecido, expresó Rubén Campos Olmo, director de la CTE.

El dirigente calificó como verdadera fortaleza el hecho de que la CTE no dependa de importaciones de combustibles para su funcionamiento, toda vez que quema crudo nacional, producido en la propia geografía matancera y transportado por tuberías, lo cual concede una alta seguridad a sus operaciones.