Así lo informó a la prensa Miroslava Díaz Boloy, funcionaria del comité provincial de la CTC en la urbe oriental, quien valoró además la significación del injerencista articulado para los pobladores de Guantánamo, lugar donde está enclavada la ilegal base norteamericana de Estados Unidos en suelo cubano.
En ese sentido la funcionaria destacó que las jornadas de reflexión tendrán aquí la particularidad de exigir la devolución de ese territorio ilegalmente ocupado, en tanto contribuirán al debate y reflexión del contenido de la Ley Helms- Burton, que no es otra cosa que una manera de justificar el bloqueo económico que trata de asfixiar y rendir a nuestro pueblo.
La dirigente sindical argumentó que las capacitaciones se realizan con el auspicio de la Unión de Juristas de Cuba y la filial de historiadores de la provincia quienes harán posible un amplio conocimiento de las razones de nuestro pueblo en la Ley de Reafirmación de la Dignidad y Soberanía Cubanas, aprobada durante la cuarta legislatura de la Asamblea Nacional del Poder Popular como respuesta contundente a la extraterritorial norteamericana.
Como parte de las jornadas de reflexión en los colectivos laborales se incluirá el análisis del tema en actos, mítines, matutinos y asambleas de afiliados, en pos de generar más espacios y mecanismos donde los trabajadores expresen sus opiniones y denuncias con respecto a las consecuencias de los capítulos de la mal llamada “Ley de la Libertad Cubana y Solidaridad Democrática”.
Lo dispuesto por los títulos II y III de la Helms-Burton que refiere la devolución, restitución o el pago a todos los reclamantes de Estados Unidos por las propiedades que fueron nacionalizadas en Cuba con el proceso revolucionario, así como la viabilidad de presentar demandas ante tribunales norteamericanos a tal efecto son las principales razones del repudio de los trabajadores en Guantánamo, donde ya lo han hecho públicos los 126 miembros de la Unión Nacional de Escritores y Artistas de Cuba (UNEAC) y los más de diez mil trabajadores asociados a la ANIR.
De Igual manera lo hicieron trabajadores del sector azucarero, quienes denunciaron asimismo, los vejámenes a que eran sometidos los antiguos obreros bajo el mando de la Guantánamo Sugar Company fundada en la primera década del siglo XX.
