El espirituano Roberto Hernández ha sido noticia desde que regresó de Estados Unidos tras renunciar a un contrato de 320 mil dólares con los Indios de Cleveland por el puro placer de estar al lado de su familia. Con 18 años es hoy la nueva sensación del box en la pelota cubana y para ratificarlo con justicia este 10 de mayo propinó el quinto cero hit-cero carreras en la historia de las Series Nacionales Sub-23.
Lo hizo frente al equipo que más batea en el certamen, Ciego de Ávila, aunque el par de pelotazos y el corredor embasado por error en la primera entrada no vaticinaban el partidazo que luego lanzó, a ritmo de diez ponches y solo un boleto en la cuarta entrada. Resurgió como los grandes pítcheres, a quienes si no les hacen carreras en un desliz inicial luego son invencibles, intratables, casi perfectos.
Las declaraciones a la televisión local mostraron un serpentinero feliz con la hazaña, pero consciente de lo mucho que le falta por aprender y aportar a su provincia y a la selección nacional. De hecho escucha con más atención ahora a sus entrenadores, no deja de hacer ninguno de los ejercicios de estiramiento cuando terminan los desafíos y aunque está por encima de la media para esta justa se comporta como un guerrero aprendiz.
Tira 93 millas con soltura, mueve el rompimiento con inteligencia y exhibe una preparación física y técnica que ya muchos especialistas y entrenadores comienzan a compararlo con nombres ilustres del béisbol espirituano y nacional, aunque él una y otra vez prefiere decir que ellos ya escribieron su historia y la suya apenas emerge con resultados en las categorías inferiores en Cuba y un efímero paso por el béisbol profesional.
¿Será tan complicado, a partir de lo que va demostrando Roberto y lo que hizo en las Ligas Menores estadounidenses sumarlo al equipo nacional para la Liga Can-Am y el tope contra los estadounidenses? ¿No podrá valorarse incluso para los Juegos Panamericanos de Lima? ¿Será necesario que juegue en la venidera 59 Serie Nacional con los Gallos de Sancti Spíritus para convocarlo a la selección élite cuando se trata de un talento que está pidiendo solo guía correcta, juego de más nivel y oportunidades mayores?
El presumible llamado no debe valorarse por la hazaña del pasado viernes, sino por la calidad probada que asoma este hijo de Yaguajay, no abundante hoy en la pelota cubana y muy por encima del torneo Sub-23 en el que está jugando.
Para quienes preguntaron por la historia de los conocidos no hit-no run en estos torneos le recordamos los cinco propinados, incluidos el de Roberto Hernández.
Los cinco juegos cero hit- cero carreras de las Series Sub 23
10 mayo del 2019: VI Serie. Estadio José Antonio Huelga.
Pitcher: Roberto Hernández, de Sancti Spíritus.
Le ganó a Ciego de Ávila 10-0 en ocho capítulos. Cuatro corredores se le embasaron por dos pelotazos, una base y un error. Propinó diez ponches. Después de la transferencia gratis retiró a 13 hombres en línea.
3 de abril del 2018: V Serie. Estadio Julio Antonio Mella.
Pítcher: Yordey Fuentes Palomino, de Las Tunas.
Dominó a Sancti Spíritus 6-0 en nueve entradas. No concedió libertades ante los 28 bateadores enfrentados y se le escapó el juego perfecto porque por error en fildeo del torpedero Magdiel Alfredo Gómez.
27 abril del 2017: IV Serie. Estadio Julio Antonio Mella.
Pítcher: Reinier Pérez Cordoví, de Las Tunas.
Triunfador 7-0 sobre Santiago de Cuba en cinco innings, cuando la lluvia hizo acto de presencia. Enfrentó a 15 bateadores, propinó cinco ponches, dio dos bases por bolas y lanzó par de wild pitches.
12 julio del 2015: II Serie. Estadio Mártires de Barbados.
Pítcher: Ediesbel Valentín, de Santiago de Cuba.
El zurdo consiguió maniatar a la artillería granmense en siete entradas y sus compañeros lo respaldaron con nocao 11-0.
11 agosto del 2014:- I Serie. Estadio Palmar de Junco
Pítchers: Navid Cosme, Oriel Martínez, Michael Ortiz y Yanier Viera, de Artemisa
Un hecho inédito para los campeonatos cubanos de béisbol, pues no fue un solo lanzador sino cuatro los autores de esta hazaña frente a Pinar del Río, equipo al que derrotaron por la mínima 1-0, a pesar de que repartieron 11 boletos y un pelotazo.