El brasileño Nilton Freitas preside la Oficina Regional de la Federación Internacional de la Construcción y la Madera (ICM). Desde hace tiempo es un ferviente amigo de Cuba. Con motivo de la celebración del Primero de Mayo y la realización del Encuentro Sindical Nuestra América viajó a nuestro país.
Gentilmente accedió a una entrevista para Trabajadores.
¿Cuáles son las prioridades principales que tiene en estos momentos la ICM en la región de América Latina y el Caribe?
La número uno es enfrentar los ataques de los gobiernos conservadores y de derecha, y a las políticas neoliberales. La industria de la construcción está prácticamente paralizada; hay un decrecimiento económico y alto desempleo por lo que debemos defender a los sindicatos, porque ellos y los trabajadores están siendo presionados por la flexibilización laboral y las reformas de los sistemas de seguridad. Hay una situación muy dura. Nuestra línea fundamental es de resistencia y contraataque.
Debemos también organizarnos mejor para defender nuestros derechos.
¿Cuántos sindicatos están adscriptos a la ICM?
En todo el mundo son 358 y en nuestra región 110. A partir de mayo, cuando tengamos la reunión mundial en Londres, debemos aumentar a 142 por nuevas afiliaciones ya aprobadas por el Comité Regional.
¿Cómo consideran el papel de la capacitación?
Es permanente. Hemos bajado un poco el nivel de entrenamiento, pero ahora pensamos volver a las actividades que la favorezcan. Los sindicatos siempre están renovando sus cuadros y por eso debemos invertir en la preparación.
¿Qué significación le concede al hecho de haber estado presente en la celebración del Primero de Mayo en Cuba y en el Encuentro Sindical Nuestra América?
En un momento que aumenta en la región la pobreza y las desigualdades, estar en Cuba es muy significativo y trascendental. Aquí renovamos las ideas, las esperanzas, el compromiso…, porque vemos un país que es una inspiración, pues los trabajadores son respetados, toman parte en las decisiones y en los lineamientos y son escuchados. Cuba es una referencia, un ejemplo.
La ICM refuerza su compromiso de difundir esta experiencia y fortalecer la solidaridad, que es la mayor fortaleza que tenemos contra esas políticas divisionistas que pretenden fraccionar nuestra unidad.
