Cuando el equipo Capitalinas llegó al Coliseo de la Ciudad Deportiva para los últimos juegos de la Liga Superior de Baloncesto, rama femenina, pocos pensaron en una fiesta de oro como la vivida el 9 de mayo, pues había que remontar dos derrotas ante Guantánamo y sobre sus hombros pesaba la plata del pasado año ante unas crecidas espirituanas.
Sin embargo, el director Ernesto Wright sabía que era posible, que sus muchachas podían hacer lo más difícil en el deporte: dominar sus impulsos y jugar casi perfecto, con mente positiva en el triunfo a todas horas, hasta en el descanso. Y así lo consiguió y disfrutó cuando la pizarra decretó el 79-70 final del quinto partido. ¡Eran las nuevas monarcas del baloncesto en Cuba!
Los éxitos en el tercer y cuarto encuentro 74-60 y 76-67 habían tenido un drama menos dramático que el vivido en el TODO o NADA conclusivo. La película del quinto juego se decidió en un tercer cuarto arrollador, cuando las anfitrionas sacaron 10 puntos a las visitantes (23-13) y acercaron el trono merecido, tras una ronda clasificatoria en la que habían dominado con relativa facilidad.
Honores mayores siempre existen. El nombre de Suchitel Ávila es inevitable, a pesar de su edad y el rigor de una competencia que incluye largos traslados. Dairis Tornell se agencio toda la puntería en el pleito clave y junto a ellas dos habría que sumar a la defensa organizadora Lisdeyvis Martínez, a la joven Isabela Jordan y a la incansable Yaiset Flagela. Por supuesto, la avileña María Pérez funcionó como refuerzo y llegará a su tierra vestida de oro también.
Concluyó así una versión más de las canastas en Cuba. Muchas lecciones deben sacar técnicos y federativos para recuperar los planos estelares que acapararon por más de dos décadas nuestras selecciones femeninas en la región centrocaribeña y en América. Esta alegría de Capitalinas se opaca con la ausencia del elenco nacional en los próximos Juegos Panamericanos de Lima.
