Alberto Torrens Sifonte es uno de los Héroes del Trabajo que engalana el movimiento sindical en Camagüey. Hoy está jubilado, pero cuenta entre sus orgullos haber legado en su hijo ese amor por el trabajo.
«Por eso yo siempre he convocado a mi familia a asistir al desfile porque esto es para demostrar al mundo entero que somos libres e independientes y que los obreros somos la garantía del futuro».
Algo similar siente Luis Acao Francoise, médico que se reincorporó a la vida laboral una vez jubilado, porque se siente más útil así.
«Creo que puedo aportar más, sobre todo en el área de la educación médica. Y precisamente a ellos, a mis alumnos, es a quienes más enseño hoy participando en el desfile por el Primero de Mayo, que más que una fiesta es un acto de reafirmación revolucionaria».
Y una experiencia única, asegura Laerte da Silva Dias, estudiante brasileño, que cursa el cuarto año de Medicina, quien por primera vez participa en el desfile en la ciudad agramontina.
«Este desfile se parece algo al de mi país, pero está cargado de mucho fervor revolucionario y me ha encantado ser parte de esta familia, conocer esta cultura y este pueblo de gente tan buena».
Camagüey cumplió con Camilo: desfiló por la Patria
Justo cuando el reloj marcó las siete de la mañana el mar de pueblo agramontino inició el desfile por el Primero de Mayo, que por esta vez tuvo mucho de historia en su esencia, mucho de compromiso y de unidad.
El escenario principal de la fiesta proletaria en esta provincia fue la Plaza de la Revolución Mayor General Ignacio Agramonte, y hay quienes aseguran que fueron unos 100 mil, quizás más, los trabajadores, que junto con su familia, coreaban la consigna central de unidad, compromiso y victoria.
Al frente de la multitud agramontina marchó Marino Murillo Jorge, jefe de la Comisión Permanente para la Implementación y Desarrollo, y aseveró que fue elegante, con calidad y una muestra fehaciente del lema del territorio, de que no se hace lo que no se puede mantener.
“Pero lo más importante –afirmó– es la alegría del pueblo, lo compactado que se desfiló, eso patentiza la continuidad y el espíritu del pueblo de Camagüey. Solo puedo felicitarlos”.
Al igual que en las actividades centrales por el Día Internacional de los Trabajadores, entre los primeros bloques en desfilar en la provincia estuvo el de la salud. Sobre ellos, el ministro del sector, José Portal Miranda manifestó que “ese mar de trabajadores, de batas blancas era el reflejo de la voluntad del pueblo y era la demostración de que vamos por más calidad en los servicios”.
Pero el pueblo camagüeyano tenía una meta mayor, cumplir con los pedidos de Camilo Cienfuegos aquel Primero de Mayo de 1959 y así lo hicieron. Según explicó Yulián León Rondón, secretario general del Comité Provincial de la CTC, “a 60 años de aquel día histórico no podía ser de otra forma el desfile. El pueblo marchó unido, hubo colorido, hubo alegría y sobre todo mucho compromiso con la Revolución para mantener nuestras esencias fidelistas”.
