Pachuca de Soto, México.- Las primeras horas de un evento tan complicado de organizar desde el punto de vista técnico e infraestructura como un campeonato panamericano de ciclismo de ruta siempre dejan buenos dividendos al periodismo. Y el panorama ha sido intenso en esta 34 edición, organizado por una ciudad que dijo sí, tras el retiro hace tres meses de Zacatecas.
Esta disciplina exige cargar con las ganas y el esfuerzo del entrenamiento habitual de cualquier deportista, con ese deseo desbordante de triunfo, pero además con una bicicleta, determinante muchas veces en un resultado o una medalla y que llega embalada en cajas, hay que armar pieza por pieza, tornillo a tornillo, y luego probarla sobre las carreteras donde se decidirá el destino de quiénes son los mejores.
Y ya que hablamos de carretera, Pachuca de Soto posee anchas arterias y hasta un puente vial aéreo, llamado distribuidor al estilo chino, para liberar las calles más populosas. Río Las Avenidas es quizás lo más distintivo en ese tipo de construcción y por ahí se correrá este 1 de mayo la primera de las dos pruebas reinas previstas en este certamen: la contrarreloj individual para ambos sexos, en un circuito de 11 kilómetros, matizado por un ligero ascenso y curvas bien cerradas.
Tal y como se abordó en el Congresillo Técnico, lo imprescindible para pedalear al ritmo endemoniado que requiere una presea a este nivel es contar con la seguridad de la policía local, lo cual fue ratificado por el Presidente del Colegio de Comisario, Héctor Fabio Arcila, quien además aseguró que jueves y viernes se podrá entrenar por las vías señaladas para la prueba de ruta, aunque en horarios matutinos, custodiados por los hombres encargados de hacer cumplir la ley en el estado de Hidalgo.
Pero la justa deja más imágenes humanas y deportivas. Medallistas mundiales sentadas en el desayuno con sus presuntas rivales para compartir vivencias de justas anteriores (Yumari González fue invitada a hacerlo hoy con la delegación dominicana), nuestra Arlenis Sierra midiendo con Emilio Pérez la altura de su asiento después de haber recibido los consejos de una adversaria de cuidado como la brasileña Clemilda Fernándes, o simplemente la joven Yusmary Díaz pagando novatadas en la delegación cubana, pues debuta internacionalmente en una competencia oficial.
Como si fuera poco, el clima hoy jugó la única carta con la que no comulga la bicicleta: llover y llover a cántaros, lo cual impidió celebrar una ceremonia de inauguración en el Complejo Deportivo Municipal, que tenía movilizado hasta un control remoto del canal local. Los comisarios, impecables con sus vestimentas azules, rápidamente pidieron al Comité Organizador un adelanto del parte meteorológico para este miércoles. “No hay nada que temer, habrá sol y calor, para refrescar en la noche”, dijeron los pachuqueños o hidalguenses que más amor le ponen a esta disciplina.
Y cuando la noche cae y la temperatura baja, en el lobby del hotel Fiesta INN alguien pregunta a un periodista invitado por figuras pasadas del ciclismo cubano y por el retorno de la Vuelta a Cuba en el 2019. Sonrisas, recuerdos y mucha esperanza son las únicas respuestas posibles. El 34 campeonato panamericano de ciclismo de ruta dejará más de una historia. Lo sopla al oído el pasado reciente y siempre luminoso.