Aún muchos de los interesados, los más, no lo han leído y solo algunos ecos de sus líneas se han diseminado, pero lo cierto es que para beneplácito de muchos se concreta el Decreto Ley del Creador Audiovisual y Cinematográfico Independiente en Cuba y se supo en Camagüey, durante la celebración del IV Encuentro sobre Cultura Audiovisual y Tecnologías Digitales, que se extiende hasta el 27 de abril.
Tania Delgado, vicepresidenta de relaciones internacionales del Instituto Cubano del Arte e Industria Cinematográficos (Icaic), fue la encargada de desmenuzar la norma jurídica a los participantes a este evento, auspiciado por el proyecto de fomento de la cultura audiovisual El Callejón de los Milagros, que entre otros intereses quiso dialogar sobre esos aspectos legislativos ante las nuevas tecnologías.
Según explicó la abogada, la ley, aún no publicada en la Gaceta Oficial, respondió a una necesidad; era una respuesta a un debate que por años creaba una batalla entre cine oficial e independiente y que acrecentaba ante la avalancha tecnológica.
“Era un momento coyuntural – aclara – que motivó muchos intercambios, pero que finalmente se concretaron en el Decreto. Ahora se deben realizar conversatorios preparativos en todo el país para que los implicados en el proceso comprendan las nuevas normas a aplicar.
“Entre los aspectos que sobresalen destacan la posibilidad de hacer colectivos de creación, que no necesariamente deben ser de producción; la oportunidad de conformar un registro nacional para los creadores, algo complejo porque son muchos; un fondo de fomento, vital para el propio desarrollo del cine ya que aportaría buena parte de los presupuestos necesarios de algunos proyectos; así como la creación de una oficina de atención a la producción y una comisión fílmica, que sería gubernamental y apoyaría el desarrollo de las obras”.
La representante del Icaic, explicó que el Decreto aprobado por el Consejo de Estado regula aspectos generales, por lo que requiere aún de un grupo de normas que contribuyan en su implementación.
Otro aspecto es que se ordenaron un grupo de profesiones afines al sector audiovisual que se incorporan como trabajadores por cuenta propia, tales como los arrendadores de equipos, agentes de casting o auxiliares de producción, “profesiones que ya existían pero que era necesario organizar. Es por ello que se revisa constantemente lo pactado para estar lo más acorde posible con las nuevas maneras de hacer audiovisuales”, aclaró.
Y es que como acotara Gustavo Arcos, ser independiente es algo complejo, que muchos quieren ser, a veces, sin saber bien qué es. Por eso apuntó que es bueno no ir de espalda a los cambios, porque como dijera, Eduardo del Llano, autor independiente, “a veces lo que uno quiere es hacer cine a toda costa”.
Juan Antonio García Borrero, crítico de cine y coordinador de El callejón …, guió la reflexión y llamó a los presentes a buscar un diálogo orgánico entre las instituciones, ver las leyes que hay en otros países para poder nutrirnos y describir, entre todos, a Cuba.
