Por Betty Beatón, Lianne Fonseca y Alina M. Lotti
Con la presencia de José Ramón Machado Ventura, segundo secretario del Comité Central del Partido inició en el Palacio de Convenciones de La Habana la sesión que pone fin al XXI Congreso de la Central de Trabajadores de Cuba (CTC), encuentro que inició el pasado 20 de abril.
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Un total de 17 delegados expresaron su parecer en la última jornada del evento, en el que hubo otras 761 intervenciones durante los días precedentes a la clausura.
Todas ellas giraron en torno a un principio básico ratificado por Ulises Guilarte De Nacimiento, secretario general de la organización sindical en el análisis del informe central: “Defender la economía es defender la revolución”.
El también miembro del Buró Político aseguró que los delegados deben partir del Congreso con la confianza y el optimismo de que saldremos victoriosos de la compleja situación que vive el país, y ese espíritu multiplicarlo en los colectivos.
El máximo dirigente sindical expresó que el momento actual requiere de combates, esfuerzos y sacrificios, “pero venceremos con la unidad como fortaleza, tal y como nos enseñaron nuestros líderes”.
Estuvieron en el centro de los debates el aporte del movimiento sindical al desarrollo económico del país, la eficiencia en los procesos inversionistas, así como la necesidad de una mayor y mejor representación y movilización de los afiliados.
Igualmente, la contribución al incremento de las exportaciones, la sustitución de importaciones, el ahorro de recursos, la búsqueda de reservas internas en la economía, el control, el combate al delito y las ilegalidades, la mejora de los servicios a la población y la defensa de la patria socialista.
En representación del Sindicato de Trabajadores Agropecuarios, Forestales y Tabacaleros, el delegado tunero Alberto Zaldívar Almaguer alzó su voz en el cónclave para subrayar que la prioridad del movimiento sindical cubano es luchar por la defensa y la economía del país.
Instó con fuerza a convertir las áreas agrícolas en campos de batalla para incrementar la producción de alimentos, tarea prioritaria, y precisó que para alcanzar resultados en los demás sectores económicos se requiere enfrentar actitudes negativas que entorpecen el desarrollo, como el delito, las indisciplinas sociales y el incumplimiento de los planes productivos, entre otras deficiencias.
También expresó que para lograr cambios positivos no puede hacerse lo mismo cada día, sino innovar constantemente con inteligencia. “Tenemos que ser distintos y cambiar de verdad como decía Fidel Castro Ruz. Es posible ser más eficientes, lograr disciplina laboral y brindar mejores servicios. El socialismo es el único sistema capaz de salvar a la humanidad. Bajo estos principios, decimos que construiremos un socialismo por el bien de todos, como siempre quiso el Comandante en Jefe”, ratificó.
Reinier Limonta Montero, de la Facultad de Derecho de la Universidad de Oriente, reparó en el papel que le corresponde desempeñar a la ciencia en la batalla económica. Con la espontaneidad que caracteriza a los nacidos en la indómita Santiago de Cuba, este delegado significó que es muy necesario poner el conocimiento científico de las diferentes disciplinas en función de lograr mejores resultados en todos los órdenes económicos y sociales. “Como movimiento sindical estamos en condiciones para concretar ese propósito”, dijo.
Puntualizó que si bien el país transita por una coyuntura difícil, hay que tener en cuenta que nunca ha sido fácil, porque la Revolución siempre se ha distinguido por su carácter desafiante. “La esencia está en pensar qué más se puede hacer. La sabiduría e inventiva de este pueblo es una fortaleza para cambiar las cosas, para transformarnos en todas las aristas. Este Congreso ha sido el de la unidad, el compromiso y la valentía, todo lo cual nos lleva a la victoria”, manifestó.
Bárbara Sánchez Pedraza, de la Empresa de Cereales Cienfuegos, donde se elabora más del 50 % de la harina que se produce en Cuba, pidió la palabra para acentuar que debe trabajarse con ahínco para mejorar la situación alimentaria del país, donde ha tenido incidencia, precisamente, la escasez de materia prima para la elaboración de pan.
Destacó que en su centro lo más importante es el hombre, el creador de las riquezas, y exhortó a organizar mejor el trabajo sindical, la producción, luchar por la eficiencia, fortalecer el orgullo y el sentido de pertenencia en los jóvenes trabajadores.
Guilarte De Nacimiento, tras escuchar varias intervenciones, indicó que debe asegurarse la eficiencia de los procesos inversionistas del país, pues no hacerlo implica inmovilizar recursos materiales y financieros. Igualmente dijo que hay que dar un paso decisivo en la recta final de la contienda azucarera para garantizar el cumplimiento de los planes previstos.
Jorge Sarduy, campesino de Cumanayagua, en Cienfuegos, señaló que para un mayor desenvolvimiento del sector agrícola es saludable tocar con las manos el trabajo sindical y productivo que se realiza en la base, utilizar los medios tecnológicos y la maquinaria entregada por el país, y no perder de vista todo lo concerniente a la contratación.
Por otra parte, la logopeda tunera Suleidis Cruz levantó su voz para resaltar la solidaridad que caracteriza al movimiento sindical cubano y, en especial, la digna labor médica que este ha realizado en la hermana República de Venezuela, en la que se han salvado miles de vidas.
La doctora significó que médicos, maestros, trabajadores de la cultura y otros profesionales cubanos han contribuido con la lucha del pueblo del eterno Comandante Chávez, lo cual no fuera posible sin el compromiso e internacionalismo que caracterizan a los trabajadores cubanos.
Al respecto, el máximo dirigente sindical de la CTC dijo que “esa solidaridad es la que nos dignifica ante el mundo, porque no es dar lo que nos sobra sino compartir lo que tenemos y eso es lo que nos hace grandes”.
Defender la economía es defender la Revolución
Delegados como Geonaidis Pérez, de Maisí, campesino devenido constructor, expusieron sus experiencias en la búsqueda de iniciativas que permitan “emanciparnos por nosotros mismos y con nuestros propios esfuerzos”.
El guantanamero habló del modo en que ha logrado aportar a la edificación de viviendas en su municipio, creciendo en el número de surtidos, entre ellos bloques, tanques para agua, persianas, pisos y fregaderos, y mostró la disposición de hacer todo cuanto le pidan para apoyar al país.
Igual sentir expresó Eddy Pérez, de la empresa pesquera de la central provincia de Santic Spíritus, que junto con otras de la industria alimentaria se convierten en puntal de la alimentación del pueblo, prioridad hoy para el país.
Manifestó el modo en que allí se trabaja para ampliar los surtidos y aportar a la sustitución de importaciones y las exportaciones, misión en la que el papel de los innovadores y racionalizadores resulta vital, amén de la necesidad de pequeñas inversiones que contribuirían a más y mejor quehacer.
En nombre del sector de la alimentaria y la pesca también habló Aramis Ulloas, maestro quesero del combinado lácteo de Morón, en Ciego de Ávila, un hombre honrado por haber tenido la posibilidad de intercambiar con el Comandante en Jefe Fidel Castro en torno a las posibilidades de diversificar la elaboración de quesos.
Ulloas hizo referencia al papel del Sindicato en la exigencia a la administración para que los contratos se cumplan como está establecido y se garanticen, a tiempo y en forma, los recursos necesarios para materializar el objeto social de cada entidad.
El fortalecimiento de los valores y el accionar del Sindicato para involucrar a los afiliados en diferentes misiones fue otro de los asuntos abordados durante la sesión final del Congreso.
A tales cuestiones se refirieron Orlando Pérez, conductor de trenes de la provincia de Holguín, y Amaury Echavarría, del hotel Royalton Hicacos, en Varadero.
El primero de ellos desde el ejemplo negativo que marca a su centro laboral, con la ocurrencia de hechos delictivos y el deterioro de la ética que siempre ha distinguido a los ferroviarios cubanos, los que ahora tienen por delante el reto de revitalizar el sector al calor de la llegada de nuevos medios y recursos.
El segundo, exponiendo la experiencia de su hotel, que se multiplica en otros sitios, con la participación de los trabajadores en la recuperación tras el paso de huracanes y el fortalecimiento de valores con el liderazgo del Sindicato y el acompañamiento de la administración.
Otras intervenciones pusieron el dedo en la llaga ante la urgencia de contar con un Sindicato fortalecido, de vanguardia, que esté en el centro de los problemas y contribuya a su solución.
Así lo denotaron Leonel Sosa, de antillana de acero, y Luis Castanedo, secretario de la CTC en La Habana, quien enumeró cuestiones claves para alcanzar tal fin.
“La preparación económica, política y laboral de los dirigentes y trabajadores, vinculación más sistemática y oportuna con los colectivos; efectividad en el desarrollo de las asambleas de afiliados como escenario fundamental para impulsar la economía y enfrentamiento a la indisciplina, el robo y la corrupción”.
El doctor Eudecel Espisona, del policlínico Ernesto Che Guevara, de la provincia de Granma, estremeció al plenario y fue largamente ovacionado tras hablar de lo que hacen en su centro laboral, “muestrario de unidad, compromiso y victoria”.
“El sector de la salud pública también puede aportar a nuestra economía con el ahorro como nuestra principal divisa, dijo, y podemos dar mucho más para prestar un servicio de calidad, como el pueblo merece, con la riqueza mayor: poniendo amor y corazón”.
Con orgullo y emoción en la voz habló de los principales indicadores de su centro, distinguiendo al programa materno infantil, con cero de mortalidad, y de las iniciativas internas para mejorar las condiciones de trabajo y de atención a los pacientes.
El doctor Espinosa fue contundente al decir que en su policlínico “todos los días hacemos por honrar el nombre que lleva el centro, así debía pasar en todos los lugares, ponerse a la altura de los que dieron gloria a la patria, no importa si es un centro laboral grande o chiquito, Cuba es pequeña y ha dado gigantescas lecciones al mundo”.
A seguidas, la Heroína del Trabajo de la República de Cuba, la espirituana Juana María Blanco Santos, del sector cañero resumió en sus palabras el espíritu de este XXI Congreso de la CTC: trabajar duro para avanzar y triunfar.
Aprobados el Informe Central y los dictámenes de las comisiones
Luego de un arduo debate sobre los asuntos más trascendentales de la sociedad cubana actual, los delegados al XXI Congreso de la CTC aprobaron en sesión plenaria el Informe Central y los dictámenes de las cinco comisiones de trabajo.
Los documentos fueron dados a conocer por los miembros del Secretariado Nacional de la CTC Carmen Rosa López, Milagro de la Caridad Pérez Caballero, Gisela María Duarte Vázquez, María Consuelo Baeza Martín e Ismael Drullet Pérez.
Las comisiones de trabajo abordaron el funcionamiento sindical; el aporte de los trabajadores a la eficiencia que demanda la economía del país; los retos y los desafíos del sindicato ante la transformación del escenario laboral; la labor política-ideológica, y la representación y defensa de los derechos y deberes de los trabajadores.
Sobre los dictámenes opinaron algunos delegados, como Susana Orta Montoya, quien reclamó, en nombre de los guantanameros y de todos los cubanos, la devolución de la Base Naval de Guantánamo, ocupada de manera ilegal por el Gobierno de los Estados Unidos.
En representación de las empresas mixtas, Arnaldo Díaz señaló la necesidad de que los Órganos de Justicia Laboral (OJL) se encuentren en los centros y no en las agencias empleadoras, donde en realidad no se conocen las problemáticas de los trabajadores.
Al dar respuesta, Gisela Duarte aseveró que este planteamiento se ha venido evaluando en distintos momentos desde la discusión del Código de Trabajo, y explicó que al respecto no hay problemas en aquellos lugares en los que existe un buen funcionamiento del OJL y la entidad empleadora se traslada al sitio del conflicto.
En los instantes finales de la jornada matutina de este XXI Congreso se aprobó una Declaración de Solidaridad Internacional, dada a conocer por Ismael Drullet Pérez.
A propósito del tema, Ulises Guilarte De Nacimiento subrayó que hoy venir a Cuba es una expresión de valentía, de un sindicalismo clasista, unitario, que pelea contra la carrera injerencista del imperialismo norteamericano.
El Congreso trasladó un saludo a los hijos del Capitán de la Clase Obrera, Lázaro Peña, y a Pedro Ross Leal, quien durante muchos años dirigió la organización, todos presentes en la magna cita.