Por Juanita Perdomo y Betty Beatón
“Yo era tímida y el sindicato ha ido rompiendo con eso, voy sobreponiéndome a los miedos, a las inseguridades. Al principio fue muy difícil enfrentarme a algo de lo cual no tenía la más mínima noción, pero los que me eligieron, no me han dejado sola, me acompañan siempre”, confiesa la ingeniera industrial Rocío del Carmen Díaz García, la más joven entre los 86 delegados yumurinos participantes en las sesiones finales del XXI Congreso de la Central de Trabajadores de Cuba (CTC), que concluirá mañana 24 de abril, después de provechosas jornadas de trabajo.
“Sé cuánto debo aprender aún, pero estoy dispuesta a seguir superándome. Haber sido elegida para estar en una cita tan relevante como esta constituye más que un honor, el compromiso de llegar a mi colectivo laboral y darlo todo por los afiliados, representarlos mejor”, asegura la secretaria de la sección sindical de capital humano en la central termoeléctrica (CT) Antonio Guiteras, en la ciudad de Matanzas.
Unos 15 días después del paso del huracán Irma por la CT, el 9 de septiembre de 2017, llegaba Rocío a una industria prácticamente destruida por el fenómeno climatológico. “Entré luego de la terminación de la primera fase de la recuperación. Me inserté de inmediato en los trabajos para garantizar la puesta en marcha de un centro vital en la generación eléctrica del país”.
Recuerda que solo llevaba en la Antonio Guiteras un año y medio cuando la proponen precandidata al Congreso. Dice que aceptó con el convencimiento de no quedar entre los delegados… “Yo siempre estuve clara de que otros compañeros lo merecían… Pero quedé en tan selecto grupo y aquí estoy, en el Palacio de las Convenciones, viviendo un montón de emociones y aprendiendo, llenándome de argumentos para luego llevarlos a mi colectivo laboral”.
Por azar llegó la muchacha de 25 años a desempeñarse al frente de la organización de base de su área. “La secretaria de entonces salió de Licencia de Maternidad… Mis compañeros pensaron en mí… Así comenzó el camino que me trajo hasta aquí…
“Realmente no esperaba ser electa por la cantidad de compañeros aptos, con mayor experiencia que yo para asumir la dirección del sindicato. Sin embargo, confiaron en mí… Hoy tengo el convencimiento de no poder defraudarlos”.
A partir de ese momento, cuenta, comencé a apoyarme en las personas que llevaban más tiempo en la planta, en los conocedores de los procedimientos, en la dinámica orgánica. Considero que sin la ayuda de esas personas hubiera sido más difícil una labor que de por sí “se las trae”, que es complicada.
En la CT, bloque unitario de mayor capacidad de generación en el país, también el salario clasifica como una gran preocupación. “Sabemos la incoherencia entre lo devengado y los precios de hoy. La gente sigue insatisfecha. He escuchado con mucha atención todas las explicaciones dadas por los representantes de los ministerios de Economía y Planificación y de Trabajo y Seguridad Social y sé que el Estado estudia cómo revertir lo del salario y su poca capacidad de compra”.
Según Rocío, el Congreso ha sido una suerte de escuela a la que se va aprender. Eso ella lo está aprovechando, reitera. Por lo pronto, dice, estar entre gente valiosa también es muy bueno para una persona que como yo necesita seguir aprendiendo.
Le quedan dos jornadas a la magna cita de los trabajadores cubanos, un cónclave que sin dudas hará crecer a la más joven de los delegados matanceros a las sesiones finales del XXI Congreso. De ello Rocío tiene total certeza.
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