Por Lianne Fonseca Diéguez y Joel García
“Esta organización defiende a la Revolución a base de su credibilidad”, aseguró Reinier Limonta, de la Universidad de Oriente, en una de las intervenciones que puso el dedo en la llaga en la Comisión que analizó este lunes un tema vital para la CTC: Funcionamiento sindical, premisa imprescindible para elevar el liderazgo de la organización en el cumplimiento de sus misiones.
El dirigente santiaguero, de la Facultad de Derecho de esa casa de altos estudios, compartió sus experiencias al iniciarse como líder sindical. “Nuestra gente sí es seria, combativa y tiene vergüenza, pero lo primero que debemos ser los dirigentes es buenos trabajadores y dar el ejemplo”, acotó.
“Lo que les importa a los trabajadores es lo que le importa al sindicato. Hay que cambiar los métodos de una vez por todas. A la gente hay que mirarla y explicarles, persuadirla de que la Revolución es tangible. Nosotros tenemos en los colectivos la heroicidad cotidiana de este pueblo, donde muchos trabajan sin medallas ni reconocimientos”, sentenció antes de recibir un aplauso de aprobación unánime.
Minutos antes, Carmen Rosa López, segunda secretaria de la CTC Nacional, al abrir el debate informó que un 35 % de los planteamientos en el proceso de base estuvieron dirigidos al funcionamiento sindical y la elevación del liderazgo del dirigente y la organización, de ahí la importancia del tema.
El villaclareño Yaisel Pierre llamó a eliminar las formalidades de lo que hacemos en cuanto a la política de cuadros. “Hay que seguir identificando a los trabajadores que tengan condiciones y disposición para ser cuadros, pero no cuando hay un problema”. Más adelante elogió la flexibilidad en la capacitación del dirigente sindical, la cual debe aumentar su calidad, ser cada vez más especializada y aprovechar las escuelas del Partido en cada territorio.
A concentrarse en un trabajo más intenso con los jóvenes, con objetivos medibles a corto plazo se refirió Marianela Duflar, de ARTEX, quien hizo un llamado a más diálogo hacia lo interno entre las diferentes generaciones que conviven en un centro laboral. “Los valores de la cultura cubana deben prevalecer por encima del mercantilismo cultural que se nos intenta imponer”, acotó.
Para el avileño Yunier Espinosa, secretario provincial del sindicato de Energía y Minas, existe gran potencial de dirigentes jóvenes en la base, pero “realmente no estamos trabajando la política de cuadros con toda la intención, lo hacemos espontáneamente ante las urgencias, sin percatarnos que comprometemos el futuro de la organización”.
Coincidió que un papel muy importante lo tiene el activismo sindical y en lo impostergable de lograr la continuidad en el seno de la organización. “No es imposible atraer a los jóvenes con formalismo y sin preparación porque la clase trabajadora más joven sí está dispuesta a llevar adelante la obra revolucionaria”, acotó.
Con el ímpetu de un trabajador de la Cultura Física y el Deporte, el secretario del buró en la Universidad capitalina Comandante Manuel Fajardo, José Ramón Betancourt Lambert fue categórico: “el dirigente sindical no se busca, siempre está. Hay que hacer ciencia para poder armar a ese líder que se necesita”.
La necesidad de conocer primero las misiones de la organización para luego concretarlas en la masa de afiliados fue el centro de la intervención de Humberto Calderón, de la Universidad de Sancti Spíritus, quien remarcó las esenciales: sindicalizar, educar, movilizar. “Y esa misión la cumple solamente un dirigente sindical motivado y con deseos de que el movimiento obrero siga adelante. Hay que ser creativos, romper esquemas y brindar una atención diferenciada”.
Los debates de esta Comisión, en la que participan 280 delegados e invitados, están presididos por Abelardo Álvarez Gil, miembro del Secretariado del Comité Central del Partido y otros dirigentes del Partido y la CTC, y continúan hasta el horario vespertino.
Política de cuadros: asegurar el futuro sindical
Los aspectos relacionados con el proceso eleccionario en la base, como paso decisivo para asegurar la efectividad de la política de cuadros, fueron tratados con gran fuerza durante el segundo momento de debates de la Comisión no.1, dedicada al Funcionamiento Sindical.
Desde la presidencia, el compañero Abelardo Álvarez Gil, miembro del Secretariado del Comité Central del Partido Comunista de Cuba, insistió en que el papel de los dirigentes sindicales es cardinal, por lo que deben seleccionarse para esos cargos a las personas más idóneas, quienes deben tener, sobre todo, la voluntad para enfrentar la tarea en medio de dificultades y estar dispuestos a buscarse problemas; por lo que la captación debe realizarse con tiempo para evitar improvisaciones.
Subrayó que la vinculación con la base es imprescindible para lograr ese acometido, pero enfatizó que estrechar lazos con los trabajadores no es sinónimo de reuniones, sino que su esencia radica en socializar, conversar y compartir en todos los escenarios posibles.
Carmen Rosa López, segunda secretaria de la CTC y quien también presidió el debate, aseguró que en la política de cuadros no pueden primar consideraciones de carácter subjetivo que entorpezcan la renovación de la organización.
Leobanys Ávila Góngora, secretario general de la Central de Trabajadores de Cuba (CTC) en Las Tunas, subrayó que el XXI Congreso de la organización se desarrolla en un contexto diferente, donde el papel de los cuadros adquiere importancia superlativa para compulsar al movimiento sindical. “Nuestra prioridad es el vínculo directo con las estructuras de base, pues los dirigentes a esos niveles son la cantera fundamental. No hemos logrado identificar de forma adecuada a los compañeros que integran la reserva de cuadros, hay indicaciones que hemos dejado de hacer”, manifestó.
Por otra parte, Agustín de la Peña, miembro del Secretariado de la CTC de La Habana, fue contundente al asegurar que a menudo para elegir a los dirigentes en la base se tiene más en cuenta la disposición del trabajador que sus potencialidades reales, forma esta que debe corregirse definitivamente, dijo.
Igualmente manifestó que “los activos sindicales constituyen el principal espacio para debatir experiencias, examinar las dificultades de los centros laborales, y buscarles soluciones a los problemas de los trabajadores, que estarán más comprometidos en la medida en que sus preocupaciones sean atendidas”.
Amauris Hechavarría, delegado del sector del turismo en Matanzas, significó que el sindicato debe estar en el centro de los problemas, allí donde los trabajadores necesitan ser apoyados y guiados, cuestión para la que se necesita un dirigente sindical que no sea cobarde, sino fuerte, con carácter e iniciativa.
En el debate se reafirmó que el centro de trabajo es el escenario principal para el desarrollo de la labor sindical, urgido de renovarse en sus estilos y métodos de trabajo para elevar el reconocimiento a la capacidad de representación y convocatoria de la Central de Trabajadores de Cuba.
El informe presentado por la Comisión lo puede ver aquí: