La sesión vespertina de la comisión que evaluó la labor política ideológica y las relaciones internacionales de los sindicatos y la Central, estuvo enfocada en la solidaridad, el rol del sindicalismo, la importancia de la historia para la formación de conciencia, y la participación en redes sociales.
Mayra Francisca Díaz Padilla, profesora de filosofía y secretaria del Buró Sindical de la Universidad de La Habana, intervino en nombre de los más de 4 mil trabajadores que representa para ratificar que los cubanos “no le tenemos miedo a la ley Helms Burton, ellos tienen que entrar para aplicarla, y no podrán hacerlo”, recalcó.
En su intervención llamó a ser solidarios con los pueblos de América Latina, especialmente con los presidentes Nicolás Maduro Moros y Lula Da Silva: “Lula sufre prisión y Maduro está siendo violentado. No podemos olvidar que desde su condición de jefes de Gobierno defendieron a la clase obrera, el derecho a tener un trabajo digno y a construir sistemas de autonomía para sus pueblos”.
Silvio Jova Argota, historiador de la CTC e invitado a la Comisión, argumentó lo conveniente de extender a otros espacios la cátedra sobre historia del movimiento obrero y sindical cubano que existe en la UH.
Jova defendió la pertinencia de impulsar la creación del Museo Nacional de los Trabajadores en el Centro Cultural Palacio de los Torcedores, ubicado en el edificio donde en el primer tercio del siglo XX sesionó la Universidad Popular José Martí, fundada por Julio Antonio Mella, Carlos Baliño y otros intelectuales de la época.
Desde el Instituto de Filosofía e Historia de la Universidad de La Habana llegó a la Comisión la propuesta de “reactivar y renovar el Consejo Científico Asesor cuya principal tarea será definir la función de los sindicatos en el modelo cubano de desarrollo socialista; así como elaborar propuestas que permitan elevar su papel social; promover y desarrollar investigaciones sobre las temáticas laborales en sus aspectos técnicos desde los procesos de organización del trabajo; y ampliar su presencia en las estructuras provinciales y municipales».
Nereyda López Labrada, secretaria General del Sindicato Nacional de los Trabajadores de la Cultura, propuso la adecuación de la política comunicacional del país a las necesidades de la CTC. Recordó que su misión es organizar y representar a los trabajadores en su espacio más cercano: “Hoy necesitamos de la articulación de todos. Es preciso el diálogo inteligente, saber escuchar y dejar hablar a los trabajadores”, dijo.
Nereyda reconoció que “no tenemos antídoto contra el delito, por ello es preciso fortalecer el rol de las organizaciones políticas para combatirlo”.
El ministro de Cultura, Alpidio Alonso, agradeció la invitación al evento por las experiencias y certezas recibidas: “Estamos empeñados en construir una sociedad que es una rareza en el mundo. Básicamente la diferencia entre el socialismo y el capitalismo tiene que ver con la creación de una nueva conciencia y eso solo se logra con el trabajo político ideológico”, sostuvo.
“El papel de los sindicatos en el capitalismo es defender a los trabajadores frente al capital. La Revolución en Cuba nos ha ido esclareciendo para qué sirven los sindicatos en el sistema socialista, ese donde los trabajadores están en el poder. Ustedes son una fuerza para influir, concientizar, entusiasmar y defender a la Revolución”.
“La rutina en el trabajo político ideológico significa muerte, tenemos que reinventarnos permanentemente, y el sindicato debe hacerlo en sus formas de interactuar con la gente, aunque está claro que nada sustituye el trabajo cara a cara”, refrendó.
“Es importante que el Congreso de los trabajadores cubanos comprenda que la defensa de la Revolución pasa hoy por estar en las redes sociales, allí se da hoy una parte importantísima de la batalla ideológica”, certificó.
“La Revolución ha creado un potencial humano difícil de superar, y eso tiene que estar en las redes. En casi todos los centros de trabajo hay una o varias computadoras con internet y desde ellas hay que participar de esa batalla. Todo el que tenga cuenta en las redes debe usarlas como fusil”.
“Nada grande podrá hacerse en Cuba sin los sindicatos. Aplicar la política cultural, por ejemplo, no es únicamente labor del Ministerio de Cultura, es algo que tiene que ver con toda la sociedad” reflexionó Alpidio, quien recordó a Fidel en las Palabras a los Intelectuales cuando dijo que “la Revolución solo debe renunciar a aquellos que sean incorregiblemente reaccionarios, que sean incorregiblemente contrarrevolucionarios”.
El titular repasó que “la hegemonía yanqui es sobre todo cultural, y que hay una gran operación de recolonización. No he escuchado a ningún joven que quiera parecerse a Donald Trump o a George Bush, pero sí a los famosos que genera ese sistema. La batalla de hoy es cultural”.
