Por Ramón Barreras Ferrán y Alina Martínez Triay
Ulises Guilarte De Nacimiento, miembro del Buró Político del Partido (PCC) y secretario general de la Central de Trabajadores de Cuba (CTC) presentó, en la primera sesión de trabajo del XXI Congreso de esa organización sindical, el informe del trabajo realizado en los últimos cinco años de labor.
Reiteró el rechazo categórico a la aplicación del Título III de la ley Helms-Burton, medida que refuerza el bloqueo y expande los efectos extraterritoriales de las acciones agresivas de Estados Unidos contra Cuba.
Señaló que como continuidad del XX Congreso de la CTC, se aprobó el programa para la implementación hasta las bases sindicales de 30 Objetivos de Trabajo, y se han evaluado sistemáticamente sus resultados por los organismos de dirección.
Precisó que, durante el quinquenio, los análisis se han concentrado en el funcionamiento sindical; la política de cuadros y la sindicalización; la capacitación sindical, laboral, económica y jurídica; la realización de las asambleas de afiliados y de representantes; el cumplimiento de los planes de la economía y su eficiencia; la preparación política ideológica, las transformaciones en la composición y relaciones del escenario laboral; la política de empleo y salario; los sistemas de pago, los Convenios Colectivos de Trabajo, las condiciones laborales, la Seguridad y Salud en el Trabajo, así como la batalla contra el delito, las ilegalidades y la corrupción.
Se examinó, además, la composición del empleo, sus relaciones y cambios del marco regulatorio. Detalló que al cierre del pasado año estaban ocupados en la economía 4 millones 482 mil 700 trabajadores, 3 millones 67 mil en el sector estatal y en el no estatal 1 millón 415 mil 700, con una tasa de desocupación del 1,7%.
El cambio en la composición del empleo se aprecia, dijo, en la sostenida diversificación y crecimiento de las formas de gestión no estatal, que ya alcanza el 32% del total de ocupados, lo que ha requerido nuevos estilos y métodos de trabajo más creativos que posibilitan elevar el reconocimiento a la capacidad organizativa, de representación y convocatoria de la organización, objetivo en el que persisten no pocas insuficiencias.
Hizo un recuento del proceso orgánico preparatorio del XXI Congreso de la CTC que se inició con el lanzamiento de su Convocatoria en enero de 2018, la que fue objeto de lectura y discusión en 85 mil 167 colectivos laborales con una participación del 92,2% de los trabajadores, del cual se derivaron 120 mil 153 opiniones que permitieron determinar las tendencias y asuntos a incluir en el documento “Bases para el Fortalecimiento de la Misión del Movimiento Sindical Cubano”. Del examen de este, puntualizó, se derivaron otros 184 mil 728 planteamientos que aportaron ideas para el perfeccionamiento del desempeño de la organización, incluidas críticas en el 11% de las asambleas.
De forma mayoritaria se respaldó la necesidad del sindicato como elemento movilizador y de contrapartida en el espacio laboral.
En este proceso fueron elegidos 74 mil 922 precandidatos y finalmente mil 200 delegados al Congreso y como candidatos a miembros del Consejo Nacional de la CTC se eligieron 63 mil 930 compañeros.
Se priorizó el sistema de control y chequeo de la política de cuadros, dirigido al completamiento y estabilidad de la plantilla, la que está cubierta al 96,1%. En su necesaria transformación se ha trabajado con integralidad, cambiando métodos dirigidos a la identificación de compañeros con liderazgo y potencialidades, lo que aún requiere mayor atención y prioridad por los máximos jefes en cada lugar y una evaluación sistemática de los resultados que se alcancen.
En este contexto se ha jerarquizado la capacitación sindical, laboral, económica y jurídica, imprescindible para tener un sindicato con voz propia en los espacios de dirección colectiva y capacidad de negociar con los empleadores. También se han realizado análisis periódicos sobre el funcionamiento de la organización, en los cuales subyacen deficiencias que afectan el reconocimiento a la gestión del sindicato por afiliados y empleadores.
Abordó las deficiencias que aún subsisten en la vinculación de los cuadros en la atención de las bases, aunque se han dado pasos en la planificación; y en relación con las asambleas de afiliados y trabajadores y de representantes, se refirió al empeño por romper la formalidad y la improvisación que en ocasiones se manifiesta y lograr que en ellas los trabajadores y el sindicato puedan dar soluciones a los múltiples y complejos problemas que diariamente surgen en un colectivo laboral. Subrayó que algunas administraciones minimizan la importancia de este insustituible momento de intercambio y prevalecen varias insatisfacciones con el nivel y oportunidad de respuesta o solución que se alcanza.
La sindicalizacion en sus tres fuentes tuvo una atención permanente, no obstante, todavía hay que desterrar las concepciones esquemáticas con un contenido económico que permanecen en algunos lugares y enfatizó en su carácter consciente, voluntario e individual como las bases que sustentan la evaluación del compromiso asumido por los trabajadores y que se refrenda en la asamblea.
Expuso la necesidad de consolidar la atención a los jóvenes trabajadores, desde la óptica educativa y prácticas más innovadoras en los actos de recibimiento, la asignación de tutores y la promoción de espacios para su participación protagónica.
La política dirigida a la atención y sindicalización de los trabajadores no estatales ha contribuido a seguir avanzando desde un aprendizaje mutuo. Se logró al cierre del 2018 sindicalizar el 62,8%, tendencia que marcó un decrecimiento respecto al año anterior. Mencionó como causas la incertidumbre que generó la paralización de varias actividades, insatisfacciones con decisiones de la política de perfeccionamiento de las normas, unido a la improvisación y falta de liderazgo del trabajo sindical. Enumeró como los sindicatos con mayores deficiencias son los de Comercio, Gastronomía y los Servicios, Transporte y los Puertos, Hotelería y Turismo, Industrias, Construcción y Administración Pública, y las provincias de La Habana, Granma y Santiago de Cuba.
Dijo que no siempre se cuenta, durante los espacios de intercambio, con la presencia de los organismos estatales relacionados, hoy órganos rectores, ni con la dirección de los gobiernos locales. Y en ellas están presentes también indisciplinas y violaciones de la legalidad que han proliferado ante las deficiencias de las instituciones encargadas de su inspección y control, incluyendo la ausencia de combatividad de nuestras estructuras sindicales.
Hizo referencia a las modificaciones realizadas desde enero de 2016, como respuesta al acuerdo del XX Congreso, a la política de contribución a la Defensa, la cual pasó a denominarse “Mi Aporte a la Patria”. Aunque no se logró inicialmente un adecuado aseguramiento político, ello se ha venido revirtiendo. Enfatizó que esta es una tarea que debemos perfeccionar con el aporte de argumentos para la correcta aplicación de los principios sobre los que se sustentan los compromisos de manera consciente y voluntaria, sin cuantías y fechas preconcebidas.
Destacó que la sociedad socialista próspera y sostenible que hemos decidido construir, donde predomina la propiedad social sobre los medios fundamentales de producción, solo podrá alcanzarse como fruto del trabajo eficiente y eficaz, con conciencia del deber, y una activa participación de cada trabajador desde su condición de propietario común en alianza estratégica con los campesinos.
Señaló que en el estratégico frente de la batalla económica, como la tarea principal, se continuó fortaleciendo el derecho de los trabajadores a participar en la gestión económica de sus entidades, aun cuando se mantienen tensiones en la asignación de portadores energéticos, déficit en la balanza de pagos en divisas, elevado nivel de endeudamiento, incumplimiento del proceso inversionista, imprecisiones en los encadenamientos productivos e intermitencia en el suministro de insumos y materias primas.
Precisó que se logró en la presentación e información del plan y el presupuesto a que se alcanzara en la mayoría de los colectivos el compromiso con lo aprobado, sin embargo continua la dilación en la desagregación de las cifras, que rebasa en ocasiones el primer trimestre del año, explicaciones tecnocráticas que no identifican las reservas en términos de eficiencia, y la distribución uniforme de indicadores sin distinguir la estructura productiva y el aporte de cada colectivo.
Dijo que, durante su elaboración, los sindicatos han defendido se incluyan las fuentes materiales y financieras para dar solución a las demandas de los trabajadores, el mejoramiento de sus condiciones laborales, así como el respaldo al reconocimiento moral y material, asunto que no siempre ha encontrado receptividad.
Puntualizó que al participar en los consejos de dirección y otros espacios orgánicos, las organizaciones sindicales tienen que promover el debate sistemático del cumplimiento de la ejecución, evaluación y control del plan, espacio desde donde se debe elevar el compromiso y la exigencia sindical en temas como la generación de renglones exportables, la sustitución de importaciones, las cadenas de impagos ante el crecimiento de las cuentas por cobrar y pagar vencidas, la no certificación de la contabilidad y los elevados inventarios ociosos, unido al descontrol en el consumo de combustible.
Enfatizó en que una mirada diferente requiere, desde el control sindical, la batalla contra el robo y el desvío del combustible con el análisis sistemático en nuestras asambleas sindicales del cumplimiento de los índices de consumo y la incorrecta utilización de las tarjetas magnéticas.
Sobre la Asociación Nacional de Innovadores y Racionalizadores (ANIR) planteó que ha multiplicado su aporte en términos de fabricación y recuperación de piezas de repuesto, optimización de índices de consumo y sustitución de importaciones y mantiene en discusión la propuesta de modificación del Decreto 120/1984 Reglamento de la Ley 38.
Destacó como crítica y aportadora la evaluación del comportamiento de la Política de Empleo y Salarios en los diferentes niveles de nuestros organismos de dirección.
En cuanto al empleo, el movimiento sindical ha respaldado la política de reordenamiento laboral, y ejercido el papel de garante del principio de idoneidad demostrada durante la admisión y la promoción al empleo. Al cierre de 2018, ejercían el pluriempleo 18 mil 12 trabajadores del sector estatal.
Refirió que se le ha dado una particular atención a los procesos de disponibilidad laboral, y precisó que los aprobados en los últimos cinco años no superan el 50% de cumplimiento y de lo ejecutado, la mitad se vuelve a insertar en el propio sistema empresarial sin mediar ningún proceso de recalificación.
Consideró que la CTC y sus sindicatos no han logrado influir con efectividad en las direcciones administrativas para defender con mayor firmeza, que no sea la variable fuerza de trabajo el único indicador que regula la eficiencia económica en los procesos productivos y de servicios, ya que subyacen otros problemas en la organización y normación del trabajo, la reducción de gastos administrativos, en la disciplina laboral y tecnológica, en el aprovechamiento de las capacidades instaladas y en la oportunidad de la contratación económica, que se minimizan en estos análisis.
Precisó que al cierre de enero del presente año ejercen el trabajo por cuenta propia 584 mil 477 personas, el 66% de ellas en las provincias de La Habana, Matanzas, Villa Clara, Camagüey, Holguín y Santiago de Cuba.
Las actividades más representativas son la elaboración y venta de alimentos, transporte de carga y pasajeros, arrendamiento de vivienda, habitaciones y espacios, agente de telecomunicaciones y los trabajadores contratados asociados en lo fundamental a las dos primeras actividades.
Como resultado de las valoraciones sobre dudas e inconformidades, el Comité Ejecutivo del Consejo de Ministros aprobó, el 4 de diciembre de 2018, la adecuación de la Política para el Perfeccionamiento del Trabajo por Cuenta Propia, fundamentalmente en aquellos aspectos más restrictivos, lo que ratificó la validez de esta forma de gestión en el modelo económico cubano y la necesidad de su funcionamiento con orden, disciplina y en el marco de la legalidad.
El informe recogió el salario como el planteamiento más reiterado y generalizado, asociado con lo insuficiente que resulta y el déficit de su capacidad de compra ante los elevados precios en el mercado minorista. Guilarte De Nacimiento señaló que su negativo impacto se manifiesta en una migración laboral de magnitudes importantes, apatía por el trabajo y desinterés en ocupar responsabilidades y señaló que se han venido adoptando decisiones con carácter parcial para su incremento en actividades o sectores, mediante la actualización de las normas para las formas y sistemas de pago en el sector empresarial condicionado al cumplimiento de indicadores límites y directivos.
Con la aplicación de los sistemas de pago por resultado, el salario medio se incrementó 326 pesos entre los años 2014 y 2017, no obstante, las experiencias negativas en su aplicación, unido a las afectaciones en los aseguramientos materiales y financieros y las deficiencias en la planificación, demandan su perfeccionamiento.
Un efecto positivo en el ingreso de los trabajadores aportó la distribución de utilidades, la cual ha mantenido una tendencia ascendente tanto en el número de trabajadores beneficiados como en los montos distribuidos. Se mantiene como insatisfacción la limitación del derecho a recibirla a los trabajadores que se les aplicó una medida disciplinaria, además de no haberse concluido la propuesta para su utilización en la apertura de un nuevo destino para la estimulación material.
Del mismo modo, durante el periodo suman entre 800 mil y 900 mil los beneficiados con los sistemas de estímulos en pesos convertibles, con una cuantía media por trabajador de 11 CUC.
Reconoció que si bien esto es una alternativa, no constituye la solución definitiva al cumplimiento del principio de distribución socialista, y al reconocimiento constitucional que el trabajo remunerado debe ser la fuente principal de ingresos que permita la realización de los proyectos individuales, colectivos y sociales.
Planteó que los sindicatos nacionales instrumentaron, en diferentes periodos, movimientos emulativos-productivos para impulsar sectores primarios y básicos de la economía, y se reconocieron las experiencias de vanguardia con el otorgamiento de condecoraciones estatales a trabajadores y colectivos, en ello aún mantenemos insatisfacciones ante el desbalance de lo presentado por ramas y territorios.
Abordó el tema del delito, la corrupción, las ilegalidades y las indisciplinas sociales y laborales que se registran en los colectivos, que ha obligado a adoptar nuevas acciones en la batalla por combatir este flagelo, en lo que no se ha alcanzado la integralidad y efectividad necesarias, sobre todo en el aspecto preventivo-educativo, al igual que en la combatividad y el repudio ante tales hechos.
Dijo que durante el periodo junto a los empleadores se implementaron acciones que tributaron al mejoramiento continuo de las condiciones de trabajo, con el fin de alcanzar ambientes laborales sanos y seguros.
Señaló además que por su relación directa con la credibilidad de la organización, la CTC, los sindicatos y de manera particular la oficina de atención a los trabajadores ha venido perfeccionando el sistema de trabajo para la atención a las quejas, denuncias y reclamaciones. En esta misma dirección, la negociación colectiva, importante herramienta para la labor del sindicato, aunque se ha avanzado, es preciso generalizar el fortalecimiento y preparación de las comisiones negociadoras, la participación de los trabajadores y fundamentalmente la exigencia del cumplimiento por las partes de lo acordado e inscripto en los Lineamientos Generales y los Convenios Colectivos de Trabajo.
Como estratégico se calificó la prioridad con que se ha trabajado por perfeccionar las vías para fortalecer el trabajo político ideológico, de manera particular en el enfrentamiento a las campañas de subversión ideológica, las que bajo diseños y métodos cada día más sutiles y encubiertos tratan de desmontar los valores patrióticos que ha cultivado en nuestros trabajadores la obra de la Revolución. Los ejemplos vinculados al llamado de olvidar la historia, el uso de símbolos extranjeros y las ofertas de becas para construir líderes artificiales como agentes de cambio, son ilustrativos del reto al que nos enfrentamos.
Las acciones divulgativas y de combate en las redes sociales, a partir del uso de las nuevas tecnologías de la información y una mejor utilización de sus plataformas, propiciaron elevar la cifra de visitantes a nuestro sitio Cuba sindical y la página Web del periódico Trabajadores, a lo que se suma la generación de contenidos más creativos para su circulación regular en varios boletines digitales en las redes, y el crecimiento del número de nuestros cibercombatientes, lo que ha contribuido a difundir, desde nuevos códigos comunicacionales, las razones y verdades de los trabajadores.
El gran reto de la organización sindical y de sus dirigentes es estar a la altura de un pueblo como el nuestro, en este momento especial y decisivo para la Patria. Lo lograremos si valoramos con mente abierta cuál es la mejor forma de solucionar cada problema y de enfrentar cada reto; si nos esforzamos cotidianamente para que la rutina no sea quien nos trace el camino; si dejamos atrás prejuicios y esquemas obsoletos de manera definitiva, si actuamos con sensibilidad y adecuamos nuestro estilo y métodos de trabajo a las tareas y circunstancias del presente; si convertimos la preparación en una necesidad permanente y predicamos con el ejemplo, condiciones básicas para argumentar y discutir de manera franca y abierta, sin dogmas ni consignas vacías, concluyó.