Al concluir el análisis de las potencialidades que tiene el país en la producción de alimentos y las exportaciones, realizado por las comisiones Agroalimentaria y de Atención a los Servicios del Parlamento, el presidente cubano Miguel Díaz-Canel Bermúdez exhortó a avanzar en el procesamiento industrial, fortalecer el sistema de acopio y acortar el traslado innecesario de los productos.
“Vamos a trabajar para vencer”, sentenció al recordar también buenas prácticas agrícolas que contemplan el empleo de biofertilizantes, bioplaguicidas, los controles biológicos y la tracción animal, alternativas que pueden minimizar el impacto del bloqueo económico, comercial y financiero de Estados Unidos contra Cuba, el cual se recrudece e incrementa la persecución financiera, por lo que se manifiesta una contracción de los créditos y un aumento de las tasas de interés.
Recomendó desarrollar los polos productivos y hacer un balance de las tierras que estén disponibles, incluso las que ya no se emplean en la agricultura cañera, para ponerlas a producir alimentos.
Al valorar los temas de los abastecimientos y la producción de alimentos, Díaz-Canel se refirió a la compleja situación que vive el país, a la agresividad del Gobierno de Estados Unidos, que pretende fragmentar los gobiernos de izquierda en América Latina.
Se refirió a la gran demanda que hay actualmente por productos que faltaron como el aceite, el pollo y la harina de trigo, y se hace un esfuerzo para estabilizar la presencia en los mercados, así como la elaboración de renglones a base de esta última.
“No hemos logrado todos los ingresos por exportaciones que necesitamos”, por lo que debemos romper esa mentalidad importadora que existe y defender el ahorro, que es una premisa y una potencialidad; además enfatizó en la urgencia de elevar el enfrentamiento a la corrupción y las ilegalidades que lastran la economía de las empresas y la del país.
Comentó que se han definido dos prioridades: la defensa nacional y la economía, que están interrelacionados. Definió que en las tareas de la economía tienen un rol esencial la producción de alimentos, y el encadenamiento entre productores, elaboradores y distribuidores. Una manera de sustituir, con producciones nacionales, lo que nos deja de llegar del exterior, de ahorrar y de incrementar las reservas que se crean en el país. “En estos tiempos hay que trabajar con conceptos”.
Díaz-Canel llamó a fortalecer la relación entre la producción estatal y la no estatal, porque ambos sectores son importantes; exportar más y cobrar: “si tenemos capacidad de exportar tenemos divisas”, enfatizó.
Y citó que en recorridos por empresas agropecuarias conoció las potencialidades exportadoras que existen, como en La Cuba y Ceballos, dos entidades de Ciego de Ávila que tienen posibilidades, pero había que capacitar a los equipos negociadores, lo cual se hizo y ya dan los primeros pasos en este campo.
Elogió el magnífico esquema exportador que tiene el tabaco cubano, y las potencialidades que hay en Santiago de Cuba para vender productos industrializados de frutas y vegetales; debemos dejar de exportar materia prima y hacerlo con productos terminados. Cada quien tiene que pensar en lo que puede comercializar en el exterior.
El presidente cubano aseveró: “Hay que potenciar la producción nacional, los encadenamientos con la inversión extranjera, el turismo” y elevar la producción de maíz con mayores rendimientos, lo que conllevará a la rehabilitación de las fábricas de pienso para suministrar a la ganadería avícola, porcina y vacuna.
Dijo que se debe asociar la producción de alimentos con los temas energéticos, desarrollar tecnologías con fuentes renovables de energía; es preferible instalar una máquina de riego, una bomba para extraer agua o una planta de procesamiento de alimentos con paneles solares.
Insistió en trabajar la producción con realismo, así como el desarrollo de las inversiones, la informatización (no es lo mismo la agricultura tradicional que la de precisión) y la comunicación. “Hay que comunicar lo que estamos haciendo”, todo esto pasa por los cuadros, definió.
Y citó líneas de trabajo que se deben priorizar como el programa de autoabastecimiento municipal, el empleo de semillas de calidad, los cultivos de ciclo corto, desarrollar los granos y renglones que sirven para hacer piensos, e instó a aplicar programas como el Sierra Maestra, el de frutales, el de la agricultura urbana y el policultivo, y potenciar la ceba de pollo y la crianza porcina en centros integrales. Extender las experiencias de las producciones de arroz, frijoles, tabaco y otros que tienen resultados halagüeños.
“Tenemos las alternativas; hay que defender desde lo nacional la eficiencia de las producciones para desarrollarnos y lograr soberanía alimentaria”, sentenció el presidente cubano.
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