La cita tiene como sede principal el Teatro Mella, pero se extiende también al Instituto de Literatura y Lingüística, el Multicine Infanta, la Biblioteca Rubén Martínez Villena, La Sociedad de Beneficiencia de Naturales de Cataluña y el Frontón de Amargura y San Ignacio en La Habana Vieja.
Entre los principales atractivos de estas jornadas está el estreno por parte del Ballet Nacional de Cuba de una coreografía de Alberto Méndez, protagonizada por Alejandro Olivera y Chanel Cabrera, inspirada en la popular canción vasca Maitechu Mia, que será interpretada por Ivette Cepeda.
Otra propuesta de interés es la exposición fotográfica Vascos en Cuba, de Sonia Mirabal, que recrea el legado de los vascos en la arquitectura, el deporte y la religión en Cuba.
Pero como es tradicional, en esta convocatoria están representadas casi todas las artes: la música, el canto lírico, la poesía y el teatro… Se trata de mostrar no sólo las raíces españolas presentes en la cultura cubana (muchas y muy arraigadas) sino también la vida cultural de las regiones y comunidades autónomas españolas.
Hasta la fecha se han dedicado ediciones a las comunidades autónomas de Valencia, Andalucía, Islas Canarias, Galicia, Asturias, Cataluña y las Islas Baleares, con la participación de prestigiosas agrupaciones y artistas representantes de estas regiones.
Entre los artistas participantes ahora se encuentran Luna Manzanares, Johana Simón, la actriz Corina Mestre, el trovador Ray Fernández, el Coro Entrevoces además de Ruy López-Nussa y la Academia.
Una nota del Ballet Nacional de Cuba, uno de las instituciones que organizan la festividad, recuerda que el Festival surgió el 4 de Febrero de 1989 como proyecto cultural del entonces Cónsul General de España en Cuba, Sr. D. Juan José Santos Aguado y de Alicia Alonso, prima ballerina assoluta y Directora General de la compañía, quien era en ese momento Directora del Gran Teatro de La Habana.
Diversas instituciones, cubanas y españolas, apoyaron la realización de este evento, el cual tuvo su primera edición en la explanada del Castillo de la Real Fuerza, una de las más antiguas fortalezas construidas en América al pie de la Bahía de La Habana.