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XIII Bienal de La Habana: Bellas Artes en el centro

Prácticamente listo se encuentra el proyecto del Museo Nacional de Bellas Artes (MNBA) para la XIII Bienal de La Habana que comenzará el venidero 12 de abril en distintos espacios de la capital bajo los auspicios del Centro de Arte Contemporáneo Wifredo Lam. La posibilidad infinita. Pensar la nación es el título genérico del gran despliegue museográfico previsto por esa institución, el cual abarca todo el tercer nivel, la sala transitoria del segundo piso y el patio del Edificio de Arte Cubano; así como una importante área del Edifico de Arte Universal.

“La idea es que el arte pueda definir al arte en su propia naturaleza y a través del contexto en que sucede”, afirma Jorge Fernández.

Las muestras quedarán abiertas al público el sábado 13, a las diez y treinta de la mañana, y constituye la más ambiciosa propuesta del MNBA durante las últimas tres décadas para el trascendental encuentro de las artes visuales en Cuba, amén del valor patrimonial, cultural e histórico de esta idea, a través de la cual la prestigiosa y centenaria pinacoteca tiende su mirada hacia sus colecciones.

“Lo que pretendemos es poner a dialogar obras que se han generado en diferentes momentos históricos, producidas por artistas de diversas generaciones. Un museo debe hacer corresponder sus estrategias museológicas con un relato de nación que se construye a través de superposiciones culturales y como fragmentos dispersos”, dijo el director del MNBA, Jorge Fernández Torres, crítico y curador de arte, quien asimismo tiene a su cargo varias de las curadurías que conforman las cinco exhibiciones para el Edificio de Arte Cubano, y una, la del mexicano Gabriel Orozco, en el de Arte Universal.

Proveniente del Centro Wifredo Lam, donde presidió las dos últimas convocatorias de la Bienal, Fernández apuntó que “es consabido que cualquier pretensión de narración tiende a bifurcar los lindes entre el sujeto y el objeto porque los imaginarios de aquellos que la construyen se legitiman en la pluralidad de cualquier mirada.

La posibilidad infinita. Pensar la nación es el intento de hacer un recorrido de carácter etnográfico, antropológico e histórico por las disímiles acepciones que puede tener el objeto como valor simbólico. La idea es que el arte pueda definir al arte en su propia naturaleza y a través del contexto en que sucede. Aunque el punto de partida es la creación visual, el concepto museográfico utilizará elementos del cine, la literatura, el teatro y los soportes documentales.

“Estarían presentes también —agregó— los fundamentos de carácter etnológico que han estado en la formación de un país en constante transformación”. Las exhibiciones que se instalarán en el Edificio de Arte Cubano son: Nada personal; Más allá de la utopía.

Las relecturas de la historia; Isla de azúcar; El espejo de los enigmas. Apuntes sobre la cubanidad y Museos interiores, este último diseñado de conjunto con el Centro Lam.

Según Fernández, este “tipo de trabajo revelará investigaciones hechas por nuestro equipo de curadores, desde una axiología que incorpora múltiples saberes. Las curadurías se sustentan en la plataforma que generó Cuba para abrir un coleccionismo que se enriqueció por su ecumenismo y la visión holística de sus propuestas, ideal que no excluye los prematuros intentos de Antonio Rodríguez Morey de convertir al entonces Museo Nacional en el espacio de las Bellas Artes.

“Esta estrategia potenció su alcance y las relaciones entre directivos, mecenas e investigadores; relaciones que no estuvieron ajenas a los desencuentros entre el arte y la política. Asumir esta visión curatorial en el ambiente artístico que se crea en la Bienal de La Habana nos obliga a meditar desde el presente sobre el Museo que tuvimos, el de hoy y el que deberíamos tener en el futuro”.

Sobre las muestras integradas a La posibilidad infinita.Pensar la nación

La exposición Nada personal, curada por Roberto Cobas Amate y Laura Arañó Arencibia, con la colaboración de Greidys del Rosario Rodríguez, indaga sobre uno de los aspectos más complejos de la sociedad cubana a lo largo de su historia: la racialidad y sus derivaciones; mientras que Más allá de la utopía. Las relecturas de la historia, con la curaduría de Delia María López Campistrous y Manuel Crespo Larrazábal como consultante, así como con la contribución de Verónica Alonso Coro, Sabrina Romero Fanego, Ana Galá Mesa y Gabriel Fabelo Ruiz genera un diálogo intergeneracional que permite —como estrategia curatorial— que una colección museable nos muestre el magno concepto de nación.

Isla de azúcar, por su parte (curadora: Corina Matamoros Tuma y curadora adjunta: Daylín Fernández de Velasco) proviene de la historia de una industria para interpretar la historia de un país y está fundamentalmente anclada en el patrimonio de artes visuales atesorado por el Museo Nacional de Bellas Artes. Esta muestra extiende su mirada sobre las curvas de surgimiento, esplendor, decadencia o estancamiento de la fabricación del azúcar en Cuba.

El espejo de los enigmas. Apuntes sobre la cubanidad, curada por Fernández Torres, con la asistencia de María Lucía Bernal Delgado y la cooperación de Verónica Alonso Coro será un pequeño resumen de lo que ocurrirá en las demás exposiciones. El director del MNBA dijo que esta “integra los discursos primigenios de la nación. Sitúa a José Martí y su Diario de Campaña en el sentido lezamiano de verlo como ese tumulto o ventolera que derriba las antiguas casas idiomáticas y la encarnación del verbo en la historia”.

Museos interiores (curadores: Corina Matamoros Tuma y Jorge Fernández Torres; curadores adjuntos: Oscar Antuña Benítez y Carlos Fernández Pérez). Un grupo de reconocidos creadores de la plástica: José Villa, José Manuel Fors, René Francisco Rodríguez, Carlos Garaicoa, Los Carpinteros y Kcho, se reúnen en la planta baja del MNBA para mostrar, a la manera de un museo, colecciones de huellas de vida, fragmentos de objetos, materias, hechos reveladores de cómo asumimos la existencia, e incluso diálogos con obras de la propia institución.

El Edificio de Arte Universal exhibirá la poética creativa de Gabriel Orozco (Xalapa, Veracruz, 1962), propuesta internacional del MNBA —con curaduría del artista y de Fernández Torres— para el programa de la XIII Bienal de La Habana. La inauguración será el día 11, a las 6:00 p.m.

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