El Día Mundial de la Salud —que cada año se conmemora el 7 de abril— pone el énfasis este 2019 en lo que cada persona puede hacer respecto al cuidado de la misma.
De ahí que el lema sea similar al del pasado año —Salud Universal: Para tod@s, en todas partes—, según comentó en el contexto de la celebración el doctor José Luis Di Fabio, representante de la Organización Mundial y Panamericana de la Salud (OPS/OMS) en Cuba.
De lo que se trata, explicó, es de trabajar todos con este propósito, no solo los médicos, las enfermeras, los tecnólogos y demás. “Cada uno de nosotros tiene su rol en lo que es salud universal (…). No podemos dejar a nadie atrás, todas las personas tienen derecho a la salud y, por lo tanto, tenemos que hacer algo para que todo el mundo tenga acceso”, afirmó recientemente.
Cuba: total cobertura médica
En nuestro país, la Revolución desde sus inicios estableció un modelo dirigido a la atención médica de la población, garantizando la accesibilidad, universalidad y gratuidad de los servicios. Surgió así el Servicio Médico Social Rural y las campañas masivas de vacunación, y ello significó la transformación del panorama existente de insalubridad, desatención, muertes prematuras, alta tasa de mortalidad infantil.
Así lo comentó la doctora María Elena Soto Entenza, jefa del departamento de Atención Primaria de Salud (APS), en el Ministerio de Salud Pública (MINSAP), pilar fundamental en todo este quehacer.
Rememoró el surgimiento de los policlínicos comunitarios y sectores de la salud, hasta que el 4 de enero de 1984 —con la conducción del Comandante en Jefe, Fidel Castro Ruz— surgió el Programa del Médico y la Enfermera de la Familia, con el objetivo de atender al individuo, la familia y la comunidad, con la participación intersectorial.
Gracias a ello, hoy se garantiza la cobertura de atención a la totalidad de la población, con el funcionamiento de 10 mil 869 consultorios del médico y la enfermera de la familia y 449 policlínicos en todo el país.
Entre los logros más significativos, la doctora mencionó el uso de tecnología para la detección precoz de enfermedades no trasmisibles, como el Antígeno Prostático; detección de sangre oculta en heces fecales para el cáncer de colon; kits de citología orgánica al alcance del nivel primario; uso de medicamentos de producción nacional de alto impacto, como la estreptoquinasa recombinante en los servicios de urgencias, el Hebertprot P y el HebertFeron para los tratamientos de úlceras de pie diabético y del cáncer de piel, respectivamente.
Aunque no todo está logrado en cuanto al Programa del Médico y de la Enfermera de la Familia —de hecho, hoy el MINSAP trabaja en un plan de perfeccionamiento, el cual incluye el fortalecimiento de las estructuras de dirección en todos los niveles y acciones constructivas de diversa índole— en sus 35 años de existencia ha desempeñado un papel determinante en el mejoramiento del estado de salud de la población.
Ello se evidencia —agregó la doctora Soto Entenza— en el nivel inmunitario de los niños que alcanza el 98 por ciento; la eliminación de 14 enfermedades infecciosas y el control de 29 trasmisibles.
Al cierre del 2018 se redujo el índice de bajo peso al nacer a 5,1 por ciento y la tasa de mortalidad infantil a 4 por mil nacidos vivos. La esperanza de vida al nacer alcanza los 78, 45 años para ambos sexos; el 20, 1 por ciento de la población es adulto mayor y se logra la validación de la eliminación de la transmisión materna infantil de VIH y la sífilis congénita.
Atención + Calidad = Buen servicio
Para el doctor Di Fabio la gran ventaja de Cuba en relación con la APS ha sido, precisamente, la voluntad política de crear y mantener el Programa del Médico y de la Enfermera de la Familia, mediante el cual el Estado ha estructurado un modelo de salud que toma en cuenta la importancia del individuo.
Reconoció que el país tiene progresos y precisó la necesidad de incidir en la calidad del servicio, teniendo en cuenta el respeto al paciente y su participación en las decisiones.
Al comparar la realidad de hoy con épocas anteriores, dijo que es bien diferente (el cambio climático, las nuevas tecnologías), ya que las acciones de los gobiernos con el tema de la vacunación han mejorado mucho la salud de la población.
Hace 40 años las enfermedades trasmisibles eran muy importantes —comentó— pero con los cambios demográficos tenemos el envejecimiento poblacional, el aumento de las enfermedades crónicas, que ya comienzan desde la niñez, como la diabetes, la obesidad (en niños y en adultos), la hipertensión.
“Son enfermedades que están afectando a una población que todavía no ha envejecido y ese va a ser el problema. Entonces, es ahí donde la prevención, la promoción y la atención primaria son claves, pues es el nivel donde se interactúa con la población, se pueden identificar los riesgos y hacer cambios en los estilos de vida”.
En tal sentido, hizo un llamado a los gobiernos, a los Estados, y a la responsabilidad de “cada uno de nosotros para lograr una salud universal”.
Celebración de la jornada
En nuestro país el Día Mundial de la Salud se conmemorará con múltiples actividades, según señaló la doctora Miriam Valdés Tejo, directora de la Unidad de Promoción de Salud y Prevención de Enfermedades del MINSAP.
La jornada tiene como objetivos destacar el papel de la APS; brindar a la población información relacionada con la autorresponsabilidad y autocuidado, y consolidar la participación comunitaria e intersectorial para el abordaje de las determinantes sociales de salud desde la atención primaria.
El acto central se efectuará el 7 de abril en el municipio de Viñales, provincia de Pinar del Río, y ese propio día en la Facultad de Comunicación de la Universidad de La Habana tendrá lugar una muestra expositiva audiovisual.
Entre otras acciones, en todos los municipios se realizarán —desde el 14 de marzo y hasta el 30 de abril— los denominados Festivales por la Salud, experiencia puesta en práctica desde hace algunos años.
