“¡Como el pesca´o en nevera…!”, no. En la Empresa Pesquera Las Tunas (Pescatun) los directivos y trabajadores tienen los ojos bien abiertos y miran con visión de futuro el incremento de la industrialización de sus producciones y la ven como una alternativa que agrega valores y valida el tránsito de muchos peces del agua a la industria.
Mario Cedeño Viamonte, el director, reconoce que las ofertas están todavía lejos de satisfacer la demanda siempre creciente de la población, pero “es un hecho innegable que los esfuerzos fructifican”, asevera y significa que en el 2018 más de 200 toneladas de pescado acuícola y de plataforma recibieron ese tratamiento y superaron en 2 millones de pesos el valor de sus ventas.
Al respecto, Denia Castillo Maíllo, directora Comercial, destaca que todo cuanto hacen responde a la convocatoria de sustituir importaciones vinculadas con la alimentación y la necesidad de crecer en rubros exportables.
En el mercado
Denia afirma que ya son visibles en pescaderías especializadas como El Dorado, en el centro de la ciudad, diferentes tipos de adobados (filetes, colas y ruedas), hamburguesas, salsas para pescado, y sardinas en tomate y en aceite.
Mientras, adelanta, que están en fase de registro sanitario otros productos preelaborados como el estofado de pescado, el rollito manatiense, el salpicón de macabí, y el ostión en salsa y en coctel.
En estos días de carencias de extensores y otros insumos indispensables para las elaboraciones han buscado alternativas en la harina de arroz y de maíz que ya sustituyen el 50% de la de trigo e incursionan en estudios de factibilidad del empleo de la maicena y el queso como garantes de la sostenibilidad de estas ofertas.
En la industria
En tanto, Erasmo Velázquez Ricardo, jefe de Industria en la entidad, confirma que actualmente están enfrascados en el reacondicionamiento de los salones donde producen los adobados y los enlatados.
Esas faenas las acometen los propios trabajadores, y buscan el mejoramiento de las condiciones de labor y asegurar más cantidad, calidad e inocuidad de esos alimentos con aceptación comprobada entre los clientes.
Para beneplácito del colectivo hay posibilidades de superar la obsolescencia tecnológica con el respaldo del Estado y del Ministerio de la Industria Alimentaria, tangibles en la entrega de tres nuevas neveras de mantenimiento congelado, seis pesas digitales y dos carretillas hidráulicas con aditamentos de pesaje acoplados.
El colectivo ansía dotar al túnel de otro grupo de congelación que acelere este proceso hasta -18 grados para asumir en mayor escala la tenca HG y la vejiga natatoria, ambas destinadas a la exportación con mercados en ristre, y que según Erasmo está en el plan de inversiones para el año venidero.
