De regreso a su centro de entrenamiento en La Habana, Randy Lerú, recién medallista de bronce en la Copa Mundial de Gimnasia Artística en Doha, Catar, parece más tranquilo y feliz. Una frase salta a poco más de un año del principal sueño de todo atleta y se hace titular: “el podio olímpico no está difícil”.
El santiaguero ya califica esta presea como la más importante de su carrera deportiva junto a la plata del all around en los pasados Juegos Centroamericanos y del Caribe, en tanto reconoce que el reto de los venideros Juegos Panamericanos será alto, tanto en lo personal como por equipos.
Vuelve al escenario catari y recuerda que tras el desempeño en la clasificatoria (séptimo) fue el segundo en salir a la final de barra fija, de ahí que su nota de 14.000 tuvo que esperar por los mejores hombres en esa especialidad para celebrar el tercer escaño, por delante incluso del campeón olímpico y titular del orbe el pasado año, el holandés Epke Zonderland.
“Estaba tranquilo y contento con llegar a la final, pues era el objetivo de mi entrenador conmigo. Decidimos entonces bajar un poco la nota de partida para asegurar una mejor ejecución y salió la medalla”, cuenta Lerú con una sonrisa para acto seguido ratificar que su relación con este aparato nació quizás por el peligro que entraña su desempeño allí.
“Es una sensación diferente la que siento en la barra, aunque me gusta mucho trabajar también en paralelas y manos libres. Con los arzones me estoy llevando mejor cada día, al igual que en las anillas, mientras el caballo de salto es quizás el más complicado por la estatura que tengo”, explica el joven de apenas 23 años y que ya tiene tres campeonatos mundiales y unos Juegos Olimpicos en su aval.
Su relación con la figura líder de la gimnasia artística cubana, Manrique Larduet no puede faltar en el diálogo. “Lo primero que siempre hemos hablado es que hay que preservar la salud, por eso ahora lo más importante es que pueda recuperarse completo y bien de su salud. Somos amigos hace muchos años y nos apoyamos mutuamente”.
Sobre la posibilidad de que tuviera que recaer en él la máxima responsabilidad en los Juegos Panamericanos de Lima es preciso: “Todos esperamos que Manrique se recupere, pero si me toca hacerlo le pondré el mismo empeño. Además, queremos una medalla también por equipos y la pelearemos con Estados Unidos, Brasil y Colombia”.
Admirador del holandés Zonderland por su fuerza para seguir adelante, a pesar de los tropiezos que ha tenido, Randy Lerú retoma la idea inicial cuando le descubrimos el tatuaje de los cinco aros olímpicos en su espalda.
“La clasificación para los Juegos Olímpicos de Tokío puedo alcanzarla en las Copas del Mundo o en el campeonato mundial de este año. Y una vez allí, el podio olímpico no está difícil, solo debo concentrarme y trabajar como lo estoy haciendo en la barra fija, pues ya estoy entre los mejores y cualquier cosa puede pasar”, señaló.