Hechos y personalidades significativas que contribuyeron a delinear nuestra realidad, serán examinados desde el rigor científico durante el XXIII a celebrarse del 16 al 18 de abril venideros, en Bayamo, cuna del prócer Carlos Manuel de Céspedes a quien se le estará rindiendo homenaje por el bicentenario de su natalicio, ese último día.
Según miembros del comité organizador, encabezados por Jorge Luis Aneiros Alonso, Presidente de la Unión de Historiadores de Cuba (UNHIC), el programa académico consta de unas cien ponencias a cargo de investigadores de todas las provincias, los cuales resultaron ganadores en un certamen de base realizado en sus respectivas filiales.
Las líneas fundamentales concebidas en la convocatoria son: el proceso de formaciones nacionales y el estado nación, las luchas por la independencia y liberación en Cuba llevadas a cabo entre 1868 y 1958, los problemas teóricos y metodológicos de la investigación y la enseñanza de la historia, así como la Revolución Cubana y sus procesos culturales, relaciones internacionales e internacionalismo.
Además de las exposiciones, conferencias y paneles se prevé el desarrollo de la Jornada Cespediana, que rinde tributo cada año al Padre de los cubanos; la visita a sitios legendarios como La Demajagua, Altar sagrado de la Patria donde iniciaron las gestas libertarias, y Jiguaní, territorio en el que José Martí pasó los últimos momentos de su existencia, además de encuentros con estudiantes universitarios y pobladores de unas 23 comunidades bayamesas.
Visitarán por esos días a la Ciudad Monumento Nacional representantes de la Oficina del Programa Martiano y de la de Asuntos Históricos del Consejo de Estado, conjuntamente con miembros de la Academia de Historia de Cuba y del Instituto de Historia.
El cónclave, con carácter bianual, tiene sus antecedentes en la etapa neorepublicana y su última edición en Granma, la duodécima, tuvo lugar en la otrora villa San Pablo de Jiguaní, en 1956. Al decir de Aldo Daniel Naranjo, presidente de la UNHIC en la oriental provincia, el evento será motivo de verdadero regocijo, por todo cuanto queda por decir de nuestras memorias y por ser esta tierra fértil de sucesos trascendentales para el acrisolamiento de la nacionalidad cubana.
