Por: Orlando Oramas León
A la par de la VIII Cumbre de la Asociación de Estados del Caribe, Managua, la capital de Nicaragua, el 28 y 29 de marzo, acogerá también la III Conferencia de Cooperación de la AEC, en la que participarán representantes de los países miembros, asociados, observadores, organizaciones regionales e internacionales, así como instituciones financieras.
La primera de estas reuniones tuvo lugar en La Habana, en ocasión de la VII Cumbre de la AEC y dejó abierto el camino para proyectos de desarrollo que abordan el enfrentamiento y solución de problemas cruciales para la región, y favorecen especialmente a las pequeñas islas caribeñas.
Isla Margarita, en Venezuela, acogió la II Conferencia de Cooperación de la AEC. Allí se puso énfasis en la colaboración en materia de Reducción de Desastres, incluida la preservación y protección del Mar Caribe.
En la ocasión la secretaria general de la agrupación, June Soomer (Santa Lucía), encomió los aportes para ayudar a “construir una tradición de cooperación”.
Desde entonces estos encuentros resultan ocasión propicia para debatir y concertar acciones sobre el enfrentamiento al cambio climático, el transporte y la conectividad en la región, todo un talón de Aquiles para su integración.
La cuenca del Caribe necesita unirse por aire y por mar, para facilitar el comercio, el trasiego de personas y mercancías, cuando hoy día resulta más fácil volar a Europa o Estados Unidos que a algunas de las ínsulas caribeñas
Pero es el Caribe además una zona muy vulnerable a las secuelas del cambio climático. El secretario general de la Organización Meteorológica Mundial (OMM), Petteri Taalas, alertó sobre los daños económicos ocasionados por fenómenos meteorológicos extremos en la región, donde las temporadas ciclónicas tienden a ser más activas.
El funcionario alertó desde Naciones Unidas sobre las crecientes perdidas y daños económicos debidos a fenómenos climáticos extremos, en particular los huracanes que en los últimos años afectaron fuertemente a Cuba y Nicaragua, entre otras naciones.
Refirió la necesidad de mejorar la infraestructura en la región para hacerla más sólida y duradera ante tales eventos.
En el Caribe hay que construir edificios que resistan los vientos fuertes, mejorar los servicios de alerta temprana y la capacidad de respuesta ante fenómenos como los huracanes, apuntó Taalas.
Además de la mitigación del cambio climático, tenemos que prestar atención a la adaptación a esos cambios, señaló.
Significó que es imprescindible la respuesta regional, aunque resulta vital la acción de todos los actores internacionales para hacer frente al cambio climático y sus consecuencias en las próximas décadas.
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