El proceso orgánico del XXI Congreso de la Central de Trabajadores de Cuba (CTC) y específicamente el análisis en los colectivos laborales del documento Bases para el Fortalecimiento de la Misión del Movimiento Sindical Cubano sacó a flote un asunto que se mantenía subyacente en la consideración de muchos. La edad de jubilación fue puesta en una balanza.
El tema no deja de ser delicado, pues hay muchas razones entrecruzadas que motivan a la reflexión. Estamos en medio de una realidad imposible de obviar: un envejecimiento de la población que marcha aceleradamente. Estudios efectuados evidencian que en el próximo año el 15,8 % de los cubanos tendrán entre 0 y 14 años, el 62,9 % entre 15 y 59, y el 21,3 %, 60 o más. Para el 2030 esos porcentajes serán de 15,3 %, 55,4 % y 29,3 %, respectivamente.
Las provincias más envejecidas son Villa Clara con el 23,4 %; La Habana, 21,3 %; Sancti Spíritus, 21,2 %; Pinar del Río, 20,8 %; Camagüey, 20,1 %, y Matanzas, 20 por ciento.
Gisela María Duarte Vázquez, miembro del Secretariado Nacional de la CTC, al abordar el asunto para esta separata, consideró que “aunque en diferentes escenarios y vías se ha explicado la imposibilidad, en lo fundamental debido a la situación demográfica del país, de disminuir la edad de jubilación actual, efectivamente constituye un planteamiento que con reiteración realizan los afiliados”.
Sobre si el tema será abordado en las sesiones finales del XXI Congreso, del 20 al 24 de abril, planteó que las tendencias principales planteadas en el proceso orgánico, y especialmente en el análisis del documento ya mencionado, constituyen puntos de partida para la elaboración de toda la documentación, tanto del informe central, como el análisis en las comisiones de trabajo, para la formulación de las proyecciones finales y las de la próxima etapa. “Por tanto, no quedará ningún señalamiento que no tenga espacio para la reflexión, el análisis y el debate, lo cual se ha insistido por el secretario general en diferentes escenarios”, apuntó.
“El país para materializar los planes productivos y elevar la calidad de los servicios requiere de los trabajadores como protagonistas principales, los que superarán los aportes en la medida que tengan mayor experiencia en la labor que desempeñan.
“Se ha reflexionado en los colectivos laborales que el envejecimiento poblacional es un logro de la Revolución, digamos que es la lucha por la vida y un importante indicador de desarrollo; al llegar a la edad fijada en la ley, la persona adquiere el derecho a hacerlo pero no la obligación si se siente apto para seguir aportando”.
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