La labor de la industria alimentaria y la pesca es fundamental, de ahí la necesidad de guiar a los trabajadores en el cumplimiento de las acciones estratégicas de un sector que cuando algo le falla la repercusión negativa es tremenda.
Así subrayó Miguel Díaz-Canel, Presidente de los Consejos de Estado y de Ministros, al encabezar este miércoles en La Habana los debates en la reunión de balance anual del Ministerio de la Industria Alimentaria y la Pesca.
En tal sentido agregó que, por el contrario, cada éxito genera expectativas y eleva las esperanzas en la población. “Es fundamental para todo ello la superación y calidad de los cuadros, que deben tener sensibilidad, que se molesten cuando las cosas no salen bien, que sean emprendedores”, dijo.
Díaz-Canel llamó a los empresarios y directivos presentes a eliminar trabas y disminuir la llamada burocracia, a practicar la cultura de la comunicación social. “Hay que comunicar a los trabajadores las proyecciones del trabajo y sus propósitos; además, también explicarlo todo a la población, fundamentalmente las nuevas perspectivas.
Especial atención dedicó el Presidente cubano a lo que llamó batalla ética contra la corrupción e ilegalidades. Al respecto indicó lo imprescindible de generar en cada centro un ambiente de control.
Como un asunto de vital importancia calificó el mandatario al necesario encadenamiento de la industria alimentaria. “Tenemos que encadenarla con la inversión extranjera, la agricultura, con el comercio interior, con el turismo, las exportaciones y el resto de las ramas de la industria nacional”.
Al valorar lo que el momento exige de quienes laboran en la fabricación de alimentos, Díaz Canel llamó a ampliar el concepto de reanimación, “pues, dijo, todo lo que se reanime tiene que quedar mejor que antes, ya sea una minindustria o un centro lácteo”.
Ahora que la concepción de la autonomía de los municipios cobra mayor jerarquía, solicitó a directivos y trabajadores analizar qué tipo de unidad irá en cada lugar.
“Todos en el MINAL debe tener mentalidad exportadora. Las inversiones extranjeras también están para exportar”, advirtió, y expuso como elemento negativo el hecho de que al decidirse la puesta en marcha de la fábrica de cerveza Bucanero, en Holguín, ello incluía la exportación, algo que no se ha cumplido. ¿Por qué las minidosis de confituras, de mantequilla, helados, aderezos y otras conservas son extranjeras?, se preguntó.
De vital importancia calificó el Presidente de los Consejos de Estado y de Ministros el asunto de las inversiones en esta industria. “Que las inversiones den lo que dicen los estudios de factibilidad, cumplir rigurosamente con los mantenimientos establecidos”, expresó.
Amplio debate
En resumen, las intervenciones ―diáfanas y objetivas― se centraron en lo mucho que resta por hacer en la industria alimentaria y la pesca, especialmente en disminuir los índices de consumo, generalizar los buenos ejemplos e investigaciones que hayan demostrado su eficacia y en la necesidad de no hablar de una calidad para las exportaciones y otra para los productos de la canasta familiar. “Igual calidad para todos los destinos”, afirmó Miguel Díaz Canel.
El quehacer de este ministerio en un año rebasa ampliamente el tiempo dedicado al debate, e incluso el espacio dedicado a este material periodístico, de ahí lo imprescindible de multiplicar en centros del sector las reflexiones e indicaciones del Presidente Miguel Díaz-Canel, en especial llevarlas a los miles de trabajadores que en las fábricas del país hacen realidad el imperativo de elevar cada vez más la calidad y cantidad de productos alimenticios.