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¿Quién le pone el cascabel a la lata?

La coincidencia de la crítica, y la seguridad de que igualmente piensa la mayoría de los cubanos, nos obliga a reiterar un asunto que ha sido criticado por la prensa, e incluso, se ha manejado por las autoridades en entrevistas periodísticas.

Se trata del precio de los refrescos enlatados. El Estado los vende a 10 CUP y los particulares a… lo que consideren más beneficioso, por lo que fluctúa según el territorio donde se expenda. Lo mismo ocurre con otros productos.

Se dan situaciones como la de la Terminal de Ómnibus de La Habana. Del mostrador de la cafetería estatal a las de los tres cuentapropistas solo hay metros y, sin embargo, acontece cada día la venta de un mismo artículo, hecho en Cuba, con diferentes precios.

Las inquietudes proceden de Cienfuegos y Remedios, pero pudo haber sido de cualquier otro territorio. La primera que llegó a nuestra redacción es de Dayami Cruz Quesada, residente en calle 75 no. 5010, en Cienfuegos.

Ella señala: “En las cafeterías de cuentapropistas se venden refrescos en latas que el Estado los oferta a 10 CUP y ellos a 15, y así ocurre con cervezas, maltas, jugos, agua…

“Imagínense que en el bulevar de Cienfuegos vi a un carretillero vendiendo galletas de dulce a 15 CUP, tres veces más que el precio al cual lo vende el Estado cuando las saca. Sabemos que hay productos que al salir van directo a los particulares. ¿Eso es justo?”.

La otra crítica es de Elitzadys Gorrín, que vive en el poblado de Meneses, municipio de Yaguajay, Sancti Spíritus, quien aclara “que no solo es mi preocupación, sino de muchas personas que como yo somos trabajadores.

“Creo que constituye una burla al consumidor y falta de respeto cuando el precio de un producto es elevado en exceso, como las latas de refresco, fácil de encontrar donde vivo en cafeterías particulares al precio de 20 CUP, es decir, el doble del valor señalado por el Estado.

“Recientemente viajé a Remedios y en los quioscos frente al hospital los había a ese precio, pero no en los establecimientos estatales, tanto los que ofertan en CUP como en CUC. En febrero se vendía la cerveza Cristal a 40 CUP en el bulevar de Camajuaní”.

Que hay carencias, es verdad, pero no se deben obtener beneficios a costa de los demás, ya que estamos construyendo una sociedad en la que todos debemos salir ganando.

Y termina: “Yo me pregunto, ¿qué entidad del Estado es la encargada de velar porque esto no suceda? ¿Dónde están los que controlan y establecen los precios de lo que se vende en los locales particulares?

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