Existe consenso, al menos en los análisis que he presenciado, en que el proceso político de presentación e información del plan de la economía y el presupuesto correspondientes al actual año fue superior al de otros en cuanto a preparación, organización y desarrollo. No obstante, se puede lograr aún mayor calidad integral. Vayamos por partes.
El éxito de cualquier empeño o acción radica, fundamentalmente, en la preparación y organización que de manera preliminar se ejecuten. Y en este caso ambos aspectos pueden calificarse de excelentes. Primero se concibió y realizó un taller nacional en el cual participaron cuadros sindicales, directivos de empresas y especialistas de los ministerios de Economía y Planificación; de Trabajo y Seguridad Social, y de otras organizaciones.
Ese encuentro permitió precisar los detalles esenciales que caracterizarían el proceso, y constituyó el paso inicial para facilitar los preparativos también a nivel provincial y municipal, a través de talleres que no solo abordaron de manera “fría” cómo desarrollarlo, sino que aportaron además, conocimientos adicionales básicos para fortalecer las asambleas y acentuar ideas colaterales que favorecieran la presentación adecuada del plan y el presupuesto en cada colectivo laboral.
Junto con la confección del cronograma se establecieron puestos de dirección en los diferentes niveles no solo para dirigir, controlar e informar, sino también para registrar y clasificar los planteamientos.
En una evaluación realizada en reunión del Secretariado Provincial de la CTC en Cienfuegos plantearon que la participación en las asambleas de forma intencionada de los directivos principales de los organismos globales del territorio en los centros con mayores problemáticas no dio los resultados esperados, dado en mayor medida por los cambios reiterados de fechas, lo que propició que se desaprovechara la oportunidad de intercambiar con quienes más conocen del asunto.
Por diferentes razones —justificadas las menos— se atrasó la ejecución del cronograma, cuya terminación estaba prevista para el 28 de febrero. En esa provincia, según recoge un informe, la presencia de dirigentes administrativos del nivel superior no se cumplió como se requería, sobre todo porque la mayoría de los planteamientos de los trabajadores pudieron tener soluciones o respuestas en las propias asambleas. Eso sigue siendo una asignatura pendiente.
Se agrega que al inicio del proceso hubo dificultades con la desagregación de las cifras del plan en entidades pertenecientes a varios sindicatos. Con esa “piedra” se volvió a chocar.
Maipú Castillo Sosa, secretaria general del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Administración Pública, en Cienfuegos, consideró al respecto que eso provocó la suspensión de asambleas y el incumplimiento de lo establecido.
Todos esos inconvenientes estuvieron, con seguridad, también en otros territorios del país.
Asistí a varias presentaciones del plan de la economía. De ellas resalto las realizadas en la Empresa de Acueducto y Alcantarillado y la Constructora de Obras de Arquitectura número 37, ambas de la provincia cienfueguera, las que estuvieron caracterizadas por una adecuada explicación y un intercambio fructífero y con quienes pueden —y de hecho lo hicieron— esclarecer, argumentar y convencer. Así es como deben prepararse y efectuarse, para que el tiempo sea bien empleado y el encuentro favorezca el cumplimiento del plan de la economía o la adecuada utilización del presupuesto, según corresponda.
No obstante la reiteración e información oportuna, mayormente en el periódico de los trabajadores cubanos, y también de manera directa, a través de los talleres mencionados, videoconferencias y documentos emitidos, existieron direcciones administrativas que se “quedaron detenidas en el tiempo” y consideraron que el proceso se extendería hasta el 31 del mes actual.
Como señaló Luciano Fernández Marrero, miembro del Secretariado Provincial de la CTC en Cienfuegos, ahora deben darles seguimiento a los planteamientos efectuados y chequearlos mensualmente, con el apoyo, sobre todo, de los organismos globales de la Economía y los sindicatos. En fecha próxima deben atenderse con prioridad las propuestas para el plan del 2020, precisó.
En sentido general el saldo es mucho más positivo que negativo. Corresponde en este momento analizar las deficiencias, determinar las medidas para el próximo proceso y principalmente, la atención a cada uno de los señalamientos.