Crónica de Piki: Yans Carlos, el Benny del pedal

Joel García León

hace 6 años

Yans Carlos Arias (centro), del equipo Las Tunas vence en la séptima etapa (Trinidad-Manicaragua-Cienfuegos 121 km) del VI Clásico Nacional de Ciclismo de Ruta. FOTO: Calixto N. Llanes/Periódico JIT (Cuba)

Cienfuegos.- Este jueves, durante la séptima etapa del VI Clásico Nacional de ciclismo, pudiera comenzar a crecer un sobrenombre para mi amigo Yans Carlos Arias. Inspirado en su triunfo en esta ciudad, y a solo metros de donde el Benny Moré nos mira a todos desde una estatua que lo recuerda en el Prado, al tunero bien pudiéramos apodarlo desde hoy: Yans Carlos “el Benny del pedal”.

“Piki, me gusta eso, aunque en el día de hoy la música que más se escuchó fue la de darle duro a los pedales para recortar diferencia, algo que habíamos planificado ayer tu y yo, solo que otra vez te quedaste detrás en el sprint”, me comentó el experimentado corredor sin aún quitarse el casco y antes de asistir a la actividad de premiación, en la cual se enteró que era el tercero de la general individual, uno de sus objetivos antes de iniciarse este segmento.

Por supuesto, para el “Benny del pedal” lo más importante no radicó ni siquiera en anotarse su segundo triunfo parcial, sino en que pudo pelear con el líder de la carrera hasta el final de los 121 kilómetros. “Piki, cuando escribas tienes que resaltar a Frank “El Fideo” Sosa, ese muchacho es joven, pero hoy no se dejó vencer ante nuestros ataques y cuando nos fuimos finalmente escapados, él se sumó”, me contó incorporando él sin quererlo otro sobrenombre.

Pero tenía razón, “El Fideo” Sosa (bien delgado, pero fuerte en plano y ascensos), no se dejó provocar en lo que pudiera ser una de las etapas de consagración para él, pues solo le resta la partida hacia Cárdenas mañana, la contrarreloj individual y el cierre del domingo con un tramo muy fácil entre La Habana y Matanzas.

“Piki, hoy los tramos estuvieron bien complicados. Esos columpios en las lomas siempre son difíciles y un pinchazo o cualquier rotura me podía hacer perder la camiseta. Te agradezco tu ayuda, porque el auto del mecánico neutral nunca apareció y si no fuera por ti, que me ayudaste con agua cuando casi desfallecía”, me contó “El Fideo” Sosa, a quien le queda pintado el sobrenombre que me sugirió “El Benny del pedal”.

Yasmani Balmaceda, del equipo Artemisa, pedalea durante la séptima etapa (Trinidad-Manicaragua-Cienfuegos 121 km) del VI Clásico Nacional de Ciclismo de Ruta. FOTO: Calixto N. Llanes/Periódico JIT (Cuba)

Dentro de las cosas que no puedan faltar por contar es la victoria en la meta volante de Algarrobo del santiaguero Pedro “Tato” Portuondo, quien siete kilómetros más tarde vio perder el liderato en la clasificación de la montaña, cuando el artemiseño Yasmani “La Flecha” Balmaseda y el propio Sosa hicieron el uno-dos en el último de los puntos montañosos del giro, Río Seibabo, donde la caravana lucía fragmentada en diez pedazos.

A río revuelto, la picardía del “Benny del Pedal” Arias se impuso y una seña bastó para faltando unos cinco kilómetros para el premio intermedio de Manicaragua asestar un golpe demoledor al pelotón, del que nos enganchamos Sosa, Pérez, Vega, el espirituano Carlos Álvarez y yo. La intensidad del pedaleo fue impresionante, pues a todos nos convenía ganar tiempo. Tanto le dimos que al llegar al Prado Cienfueguero contábamos con una ventaja de 3:35 minutos sobre la caravana, tras recorrer unos 60 kilómetros en libertad.

Vega se anotó las dos últimas volantes, Manicaragua y Cumanayagua, a pesar de que en esta última hubo retraso en el cierre de las carreteras y falta de personal del orden interior para garantizar la seguridad que demandan estos eventos, lo cual bien pudo haber provocado algún accidente. “Piki, tienes razón con la observación, pero tomaremos medidas para que eso no vuelva a pasar”, me dijo apenado el jefe de la seguridad vial del Clásico.

Aunque esta crónica no pretende inmortalizar sobrenombres, varios salieron a relucir y ojalá agraden y se queden. Este viernes, la octava y antepenúltima jornada del Clásico depara un recorrido de 162,5 kilómetros entre esta ciudad sureña y Cárdenas, con volantes corredizas e Aguada de Pasajeros, Colón y Jovellanos. Toca el turno ahora de descansar.