Crónica de Piki: ¡El escarabajo Frank Sosa!

Joel García León

hace 6 años

Frank Sosa, del equipo Cienfuegos, escala Topes de Collante durante la sexta etapa (Ciego de Ávila-Sancti Spíritus-Topes de Collante 168 km) del VI Clásico Nacional de Ciclismo de Ruta,. FOTO: Calixto N. Llanes/Periódico JIT (Cuba)

Topes de Collantes.— Hacia rato que no veía a nadie con tanta habilidad, fuerza interna y coraje con C sobre el sillín para retar a Topes de Collantes como lo hizo el joven cienfueguero Frank Sosa en la sexta etapa del VI Clásico Nacional de Ciclismo. “Piki, a mucha gente debo agradecerle esto, pero si vas a escribir pon en primer lugar a mis padres y a mi entrenador”, me dijo tras el triunfo que lo colocó delante también en la general individual.

Su redondo pedaleo, la correcta marcha en zigzag sobre el asfalto empinado, una administración correcta de la fuerza en los tramos lisos e imponente velocidad cuando la gravedad nos lleva hacia el abismo son características del nuevo “escarabajo” de la ruta cubana, que se me asemeja mucho en cuanto a forma de correr a la época inicial de las Vueltas a Cuba, cuando más que técnica o bicicletas había que tener… eso mismo.

“Piki, es cierto que entreno mucho por aquí, pero lo más importante es que quiero hacerme poco a poco de un nombre en este deporte. Ahora cuento contigo para defender esta camiseta amarilla en lo que queda de carrera”, me comentó el pedalista de 20 años, a quien esperaron en la meta final sus padres y una comisión de embullo que no se cansó de celebrar el triunfo hasta que pasó el último de los ciclistas.

Arlenis Sierra escala Topes de Collantes como preparación durante la sexta etapa (Ciego de Ávila-Sancti Spíritus-Topes de Collante 168 km) del VI Clásico Nacional de Ciclismo de Ruta. FOTO: Calixto N. Llanes/Periódico JIT (Cuba)

Por supuesto, la etapa tuvo de todo un poco. Arlenis Sierra y Heidy Praderas salieron con nosotros del parque José Martí, en tierra avileña y aunque no se lanzaron a ninguna escapada, aguantaron un ritmo de velocidad superior al que ellas tienen en competencias femeninas, lo cual habla de lo bien que están preparadas. “Piki, esto es muy bueno para nosotras y aunque, como tú, no ganaremos ninguna etapa, tampoco dejaremos de provocarlos a ustedes con algún que otro tironazo”, me contó entre risas la granmense, acompañada de su novio Leandro Marcos.

Aunque Yans Carlos Arias, Emilio Pérez y Pedro Portuondo se pasaron casi todo el trayecto halando el pelotón para evitar sorpresas, ocho fugados atacaron bien temprano, en Majagua, y lograron controlar la punta por más de 120 kilómetros. Su intención estaba clara, aprovechar el plano para sacar la diferencia que luego no tendrían en el enrevesado lomerío del Escambray.

“Piki, no te has fijado que solo marcamos nosotros la mayor parte del tiempo y el nivel de estos jóvenes es bien alto que pueden aspirar a ganar este Clásico. ¿Quién dijo que el ciclismo cubano está en crisis?”, me argumentó Arias mientras nos quitábamos las camisetas; en tanto Pedro Portuondo me mostró lo que nunca se debe hacer. “Piki, cambié la piñonera para esta etapa tras los problemas mecánicos de ayer y me costó casi la carrera”.

Las metas volantes -quizás las menos importantes de toda la carrera para nosotros— quedaron para el espirituano Miguel Válido (Jatibonico y Sancti Spíritus), en tanto el santiaguero Argenis Frómeta saludó primero a la siempre entusiasta afición del ciclismo en Trinidad. “Piki, el plan que me diseñó el entrenador era ese, buscar el liderazgo por puntos, ahora debo defender esa camiseta”, dijo Valido.

Este miércoles, tal y como exigen los reglamentos de la Union Ciclista Internacional, tendremos día de descanso. Un novato periodista de Juventud Rebelde pretende lavar y leer no pocas historias del Diario de Piki. Volveremos el jueves al ruedo sobre los corceles metálicos entre Trinidad y Cienfuegos y quizás para entonces, en las páginas de ese periódico aparezca nuestra foto.