Icono del sitio Trabajadores

Crónica de Piki: Antes de bajar la bandera de cuadros

Ceremonia inaugural del VI Clásico Nacional de Ciclismo de Ruta, celebrada en la Plaza Cacique Hatuey en Baracoa, el 6 de Marzo de 2019 en, Cuba. FOTO: Calixto N. Llanes/Periódico JIT (Cuba)

Ambiente en la villa el Jamal previo al inicio del VI Clásico Nacional de Ciclismo de Ruta, el 5 de Marzo de 2019 en Guantánamo, Cuba. FOTO: Calixto N. Llanes/Periódico JIT (Cuba)
Ambiente en la Villa el Jamal previo al inicio del VI Clásico Nacional de Ciclismo de Ruta. FOTO: Calixto N. Llanes/Periódico JIT (Cuba)

Baracoa.— Las ganas de llegar a Baracoa nuevamente, de probar sus cucuruchos y chocolate, de admirar su belleza arquitectónica y la historia que parece clavada en sus calles y gentes, me dejaron ya los primeros pasajes impredecibles de este VI Clásico Nacional de Ciclismo, más cuando se trata de un ciclista-periodista o viceversa, que año tras año no deja pasar este momento mágico del deporte cubano.

Antes de bajarse la bandera de cuadros blanquinegros, una comida apurada y el agua desesperada para calmar la sed hicieron estragos y de mala manera. “Piki, vamos a rodar un poco, para completar el kilometraje y volver a recorrer la ciudad que tanto nos gusta”, me decían varios de los pedalistas hoy cuando vieron que solo me levantaba de la cama para encontrar refugio en el baño, y no quería saber nada de bicicletas, alimentos o ejercicios.

Por suerte, la medicina siempre se impone y tras un contundente tratamiento fui recobrando el semblante y ya en la tarde-noche, cuando muchos jugaban dominó para liberar tensiones de cara a la primera etapa de este jueves, pude dar un salto, ajustar con el mecánico mi corcel metálico y poco a poco retomar esos deseos que me han hecho escribir y competir en todas las Vueltas Ciclísticas a Cuba desde 1964 y en los cinco Clásicos Nacionales desde el 2014.

“Piki, en el Congresillo se dijo que Onel Santaclara no vendrá y se explicó que habrá cuatro lideratos: general individual, sub 23, metas volantes y premios de montaña”, me comentaron varios de los muchachos que participaron en la actividad inaugural celebrada en La Punta del Malecón baracoense, por cierto, ya totalmente recuperado de los estragos del ciclón que hizo interminable y abominable una noche para miles de pobladores de este lugar.

A la primera etapa entre Baracoa-Guantánamo, sobre 149 kilómetros, saldré casi recuperado del estómago, aunque sé que estaré en desventaja con los 90 corredores que se reportaron y a quienes me une siempre el primer reconocimiento con un mensaje que les repito una y otra vez: “lo importante aquí no es ganar, sino cumplir el recorrido, mírenme a mi que en tantos años no he ganado una etapa, pero sigo a su lado”.

Ya a punto de dormir, otra vez me llega un mensaje reconfortante. “Piki, este Clásico está diseñado para veteranos como nosotros”, me dijo Yoel Solenzal como si quisiera sumarme desde antes de la alargada a su aspiración de reeditar el triunfo del 2018. Me sacó la risa, escribí esta crónica y el malestar pareció desaparecer definitivamente. Nos vemos en la carretera.

Los ciclistas el día antes de la arrancada. FOTO: Calixto N. Llanes/Periódico JIT (Cuba)
Compartir...
Salir de la versión móvil