Entre periódicos viejos Rolando Lamas Machado reconstruyó la historia de su pueblo, Las Martinas perteneciente a la provincia Pinar del Río, aquel primero de marzo de 1959. Por sus manos pasaron ediciones de Avance, El socialista y el Vocero Occidental, publicaciones que muchos ignoran su existencia pero quizás quienes peinan canas o los que aman investigar el pasado reconocen.
Historiador del municipio Sandino desde marzo de 2008, recuenta el devenir como si hubiera presenciado cada instante: “desde mediados del siglo XX comienza a llamarse a la zona desde La Fe hasta Cortés como Las Martinas, segundo distrito de Guane. Esta zona sufrió el olvido y la desatención por parte de los gobiernos de turno. En el año 1954 la Cuban Land, mayor latifundista de la región decide vender sus propiedades al Banco de Fomento Agrícola e Industrial Cubano y se crea la asociación de crédito rural Manuel Lazo”.
El triunfo de la Revolución trae aparejado cuantiosos cambios en el ámbito social y económico de la Isla. Desde el alegato de autodefensa La Historia me absolverá, Fidel había anunciado los principales males de la nación y exigido su solución. Una vez conquistada la victoria correspondía accionar a su favor.
“Para Fidel el aspecto cardinal a resolver era el tema de la tierra. De ahí que el día 2 y 3 se celebraron dos concentraciones gigantes en Santiago de Cuba y Guantánamo con más de 15 mil campesinos. El 23 de febrero se aprobó la ley número 23 destinada a otorgar créditos para la adquisición de las tierras vendidas por el Cuban Land” asegura.
“El 25 se funda en el oriente del país la primera cooperativa arrocera José Martí y el domingo primero de marzo a las nueve de la noche arribó el Comandante a nuestro pueblo para otorgar de forma simbólica el título de propiedad a seis campesinos. Ese día 340 productores fueron oficialmente propietarios de sus tierras” concluye el también director del museo de historia municipal.
La tierra fue el principal anhelo de los martinenses, una utopía que solo la Revolución logró materializar junto a otras victorias sociales como la erradicación del analfabetismo, la electrificación e incluso la culminación de la carretera que une la zona entre La Fe y Cortés.
Fue así que 340 campesinos, entre ellos su bisabuelo, Jesús Rodríguez, un día como hoy del año 1959 sostuvieron en sus manos, el título de propiedad como evidencia de que la justicia social nacía en Cuba.
Tras seis décadas y bajo el compromiso de continuar impulsando la economía del país el campesinado vueltabajero celebró en horas de la mañana el acto nacional por el aniversario 60 de la entrega de los primeros títulos de propiedad de las tierras a los campesinos de manos de nuestro Comandante en Jefe Fidel Castro.
En el contexto celebrativo Rafael Santisteban Pozo, miembro del Consejo de Estado y presidente de la Asociación Nacional de Agricultores Pequeños, declaró que la organización está enfocada en el aprovechamiento de la fuerza laboral, su participación activa, el funcionamiento orgánico, el fortalecimiento de la infraestructura para de este modo incrementar los rendimientos y satisfacer la demanda de la población, sustituir importaciones y aumentar las exportaciones.
En todo el país existen 3 341 organizaciones de base y cerca de 390 mil asociados con tendencia al crecimiento. “Se está trabajando intensamente en el programa de autoabastecimiento territorial con el objetivo de llegar a todos los productores, que todas las cooperativas sigan fortaleciendo el proceso de contratación, la aplicación de los adelantos de la ciencia y la técnica, el mejor uso del fondo de tierra para al final con unidad el aporte este a disposición de nuestro pueblo” concluyó.
En las palabras centrales del acto Julio Cesar Rodríguez Pimentel, miembro del Comité Central y primer secretario del Comité provincial del partido en Pinar del Río, aseguró que La historia me absolverá continúa siendo la plataforma programática de la Revolución cubana. “La entrega de tierras en 1959 no fue solo una acción de reivindicación del campesinado, sino la gran tarea de desterrar las arcaicas columnas que sostenían al capitalismo porque junto con la oligarquía criolla las mejores tierras eran posesión de accionistas norteamericanos”.
Al referirse al contexto actual agregó: “Reconocemos que han sido años duros. Hemos tenido y tenemos limitaciones y carencias pero lo principal está intacto: la dignidad, el decoro, la soberanía y el respeto a nuestra Isla, pilares básicos de una sociedad socialista sobre la que se ha erigido una nueva vida para los cubanos”.
Pobladores junto a representantes de organizaciones políticas y de masas del territorio asistieron al homenaje con la conciencia de la continuidad histórica. Así lo demostró Yusleidis Menéndez Feijo, joven asociada a la organización de base de la ANAP en la Cooperativa de Créditos y Servicios Francisco Pérez Germán en Minas de Matahambre.
“Yo nací en un contexto diferente al que vivieron mis abuelos antes del triunfo de la Revolución. Pude estudiar la Licenciatura en Economía sin que mis padres pagaran un centavo. Yo, mujer joven y campesina, soy madre de dos niñas que gracias a la Revolución recibieron atención médica gratuita y esas son conquistas innegables para nuestro sistema social” refirió.
Por otro lado Isidro Ligoña Diaz, asociado a la cooperativa de créditos y servicios Abel Santamaría de Los Palacios, aseguró que tras seis décadas sigue dando frutos la Ley de Reforma Agraria: “basta con que alguien solicite un pedazo de tierra para producir alimentos y le será entregada sin costos o desalojos. Por eso donde existe un campesino hay un bastión de lucha para defender la Revolución”.
En el contexto pinareño existen más de 32 mil campesinos entre propietarios y usufructuarios de la tierra que trabajan y producen para su beneficio y la economía del país.
Presidieron el acto nacional José Ramón Monteagudo Ruiz, miembro del secretariado del Comité Central de Partido Comunista de Cuba; Gustavo Rodríguez Royero, ministro de la Agricultura; Regla María Ferrer Domínguez, vicepresidenta del Órgano de la Administración Provincial, y Julio Camacho Aguilera, Comandante del Ejército Rebelde.