El estudiante de tercer año de Medicina Leonardo León ha hecho llegar a nuestra redacción sus apreciaciones acerca de la guerra mediática desatada por Estados Unidos y la oligarquía latinoamericana contra Venezuela y su presidente legítimo, Nicolás Maduro Moros.
Bajo el título ¡Vergüenza vs. Dinero!, el joven cubano denuncia los intereses mezquinos que se mueven alrededor de la crisis que vive hoy la nación suramericana y llama a tomar distancia de los mensajes que promueven los grandes medios de comunicación.
Por lo que dice y porque lo haya escrito uno de los miles de jóvenes cubanos que estos momentos cursan la licenciatura en ciencias médicas en todo el país, Trabajadores reproduce el contenido casi íntegro del comentario enviado por Leonardo León.
¡Vergüenza vs. Dinero!
Es decepcionante ver cómo los medios de comunicación manipulan la conciencia humana. Algunos de los que están detrás de las pantallas o de los textos que se publican, proyectan, sin cansarse, la misma información, las mismas palabras: «ayuda humanitaria», «Guaidó presidente legítimo», «terrorismo», etc. Usan los principios de la programación neurolingüística para manipular la opinión pública. Lo peor es que, en no pocas ocasiones, funciona. El resultado es que muchos en lugar de pensar y sacar sus propias conclusiones, reproducen lo que ven y escuchan.
Desde mi punto de vista, los verdaderos intereses de Estados Unidos en el caso Venezuela se revelan con simples ejemplos:
-Haití: país de América donde existen pocos recursos minerales de valor estratégico, lleva meses de protestas y su Gobierno declaró «estado de emergencia», circunstancia ante la que otros países deberían colaborar y enviar ayuda humanitaria real.
-Venezuela: territorio con la mayor reserva mundial de petróleo, indispensable para mantener activa la industria, sobre todo la armamentista.
-Estados Unidos de América: país que obtiene gran parte de sus ganancias a partir de la industria del armamento, la cual requiere de petróleo, recurso cuya disponibilidad en su propio territorio está lejos de ser suficiente.
La política actual de los Estados Unidos es presentarse al mundo como un «salvador de los pueblos en crisis» y actuar bajo la vieja concepción de ser ellos los «guardianes de América».
Ahora bien…teniendo en cuenta estos datos: ¿Qué ha hecho Estados Unidos, Rusia, China, las naciones de Europa o cualquier otro país implicado directa o indirectamente en el conflicto con Venezuela, para tratar de mejorar la situación en Haití?
La respuesta es sencilla. En Haití no hay petróleo, ni recursos que le interesen a las potencias.
El mundo, desgraciadamente, está moviéndose por intereses monetarios y materiales. Es por eso que al «Guardián de América» sí le interesan las peleas del pueblo venezolano y «está muy preocupado» por la legitimidad de su Gobierno y su «fracaso», bajo la justificación del odio antiquísimo que se promueve en Estados Unidos hacia el comunismo.
¿Por qué ese interés por resolver el “conflicto” en Venezuela? Porque es la manera que tiene Estados Unidos de entrar en ese Gobierno, controlar los recursos y generar ganancias que terminarán en sus propios bolsillos. Sería además una herramienta para influir sobre otras potencias.
Iluso el que piensa que el dinero obtenido de esta manera iría a parar a manos del pueblo norteamericano o al engrandecimiento de EE.UU. No, señor, el dueño de las fábricas de armamentos norteamericanas no es el pueblo norteamericano.
Como vemos, es un negocio redondo. Eso explica los esfuerzos y las multimillonarias inversiones en propaganda para producir una oleada de falsas noticias en las redes y en la televisión estadounidense y mundial con el propósito de difamar al Gobierno venezolano, promoviendo una «ayuda humanitaria» que supuestamente entraría a través de un puente que está cerrado hace años en la frontera entre Colombia y Venezuela, pues los colombianos no quieren cooperar para reabrirlo.
La supuesta «ayuda humanitaria» fue llevada intencionalmente por ese camino para inculpar al gobierno venezolano de rechazarla y fíjense donde pongo las comillas en la frase, pues tal ayuda fue enviada por los mismos supuestos «salvadores del pueblo venezolano» (Gobierno estadounidense) que tienen cuentas bancarias de Venezuela congeladas con dinero suficiente para comprar lo que fuera necesario.
Esta ayuda es solo una escena más de la película que Estados Unidos está montando para apoderarse del país con la ayuda de los medios de comunicación. Otra fue poner a Juan Guaidó como “presidente legítimo”, cuando se sabe que es un títere de Trump, sacado de la nada. ¿Cómo puede ser presidente legítimo quien nunca se ha postulado a una elección presidencial?
A pesar de esto, hay quien le cree, en el pueblo venezolano y en otras naciones. Ahí es cuando nos damos cuenta que un pueblo ignorante es un pueblo sumiso, manipulado por la noticia, que cree todo lo que dicen en la TV, el periódico, internet.
Independientemente de los errores políticos de Maduro, de la situación en Venezuela y del supuesto fracaso del socialismo o el comunismo, los problemas de casa se resuelven en casa.
La realidad es que EE.UU. ha perdido hegemonía frente a Rusia y, sobre todo, frente a China. Si las verdaderas intenciones de EE.UU. fueran ayudar a América, salvaguardarla, estuvieran ayudando a Haití o a Puerto Rico, que es uno de sus enclaves coloniales.
Entonces, antes de repetir lo que dicen los grandes medios de comunicación, analicemos qué hay detrás. La pregunta siempre debe ser ¿Por qué?