Muy cercana al rendimiento que la hizo doble campeona mundial (2013 y2014) y monarca olímpica (2012), Idalis Ortiz ganó este domingo el Grand Slam de Düsseldorf y se ratificó no solo como la mejor de su división (+ 78kg) y de nuestra selección nacional, sino entre las más encumbradas del judo universal de esta temporada.
La artemiseña registró en suelo alemán otra actuación inédita —hace 15 días se había impuesto por vez primera en un Gran Slam de París—, pues mejoró el bronce del 2012 y el séptimo lugar del 2014 con una corona que tuvo como plato fuerte el desquite ante la japonesa Sarah Asahina, quien la venció en la final del último campeonato universal en Bakú 2018.
Su camino en el certamen germano fue como sigue: bye en la primera ronda, triunfos por ippón frente a la mongola Gandiimaa Erdenebileg y francesa Julia Tolofua (en regla de oro por tres shidos) y éxito en semifinal ante la azerí Iryna Kindzerska, a quien liquidó en 43 segundos con su técnica de hombro preferida.
“Dos oros en los torneos más fuertes que se realizan fuera de los campeonatos mundiales y los Juegos Olímpicos me hacen la judoca más feliz del planeta hoy”, comentó vía Facebook, en el que precisó al periodista: “es mi regalo para Cuba en un día muy especial”.
En la jornada dominical, el subtitular del planeta, Iván Silva (90 kg) hilvanó tres sonrisas consecutivas, antes de ceder por ippón en cuartos de final con el azerí Mammadali Mehdiyev cuando llevaba la iniciativa. Luego en repechage cayó por ippón ante el belga Joachim Bottieau y tuvo que conformarse con el séptimo peldaño.
No pudieron pasar de sus primeras presentaciones Kaliema Antomarchi (78 kg) frente a la local Anna María Wagner (cayó en regla de oro por wazari), José Armenteros (100 kg) contra el egipcio Ramadan Darwish y Andy Granda (+100 kg) ante el holandés Henk Grol, estos dos últimos por tres penalizaciones.
Con ocho representantes, Cuba terminó quinta en la tabla de posiciones (1-0-0), detrás de Japón (9-3.2), Brasil (1-1-3), Azerbaiján (1-0-3) y Gran Bretaña (1-0-0).