Con el voto de la doctora Elizabeth María Oliva Camps a favor del referéndum constitucional, podrá contarse este 24 de febrero cuando los cubanos asistan a las urnas convencidos de la necesidad de este cambio para el desarrollo.
Su decisión se apoya en experiencias personales luego de conocer otras realidades de pueblos como Venezuela y Brasil. De esta última nación mantiene la decepción de haber sido una de las víctimas de los insultos y arbitrariedades del presidente Jair Bolsonaro, que le hicieron retornar a suelo patrio junto al resto de sus compañeros, dejando atrás trunca su labor humanitaria.
Actualmente Elizabeth se encuentra ya incorporada al trabajo, en una de las unidades asistenciales de Bayamo, lo cual ha sido motivo de regocijo personal, aunque, confiesa, no le ha sido posible dejar de lado las responsabilidades y recuerdos de antes, cuando brindaba cooperación en Mauá, una de las localidades de Sao Paulo.
La especialista en Medicina General Integral, graduada en 2013, y con un diplomado en Oftalmología, llegó a la tierra del gigante suramericano a mediados de 2017 y asegura que fue bien recibida debido a la buena imagen que habían dejado allí otros galenos cubanos.
“Realmente me sentí bien acogida. Gracias a eso comencé a trabajar con la autoestima muy alta, y entendí que me correspondía seguir manteniendo ese reto de llevar a lo más alto nuestra medicina”, expresa.
De sus experiencias surgen impresiones imborrables:
“Los primeros días tuve que adaptarme porque los métodos de trabajo son diferentes. Logré una relación muy bonita con el resto de los profesionales brasileños, quienes se sorprendían porque los médicos cubanos nos acercamos más al paciente, nos compenetramos, conversamos y llegamos a conocer la raíz, en ocasiones, de sus malestares, lo cual no se puede conocer con un simple diagnóstico. Por eso mi consulta llegó a ser de preferencia.
“Al igual que en Cuba las enfermedades más frecuentes son hipertensión, diabetes, y quienes la padecen se descompensan muchas veces porque no tienen una cultura de lo que llamamos aquí promoción y prevención, que permite orientar sobre qué hacer, y cómo hacer para sobrellevar estos padecimientos con un buen estado de salud. Las embarazadas, por ejemplo, no tienen una atención directa ni sistemática, sino que depende totalmente de la espontaneidad de las propias gestantes”.
“En la consulta de ginecología me encontré con casos realmente sorprendentes que te hacen valorar lo que acá hemos conquistado, y que podemos mejorar a partir de nuestro apoyo al referéndum.
“Ahora quiero hacer una segunda especialidad, seguir estudiando, ampliar mis conocimientos para atender con esa excelencia a mis pacientes y contribuir de esa forma al desarrollo de mi país, como ha sido el llamado de nuestros máximos dirigentes”, enfatizó.