Hay gozo entre los 232 trabajadores de la unidad económica de base muebles del hogar, Madesa, con sede en la provincia de Santiago de Cuba.
Motivos tienen al por mayor: sobrecumplimiento de sus planes productivos, un proceso inversionista que les permite estrenar un polígono industrial con óptimas condiciones para el desarrollo de su labor, incluido un moderno equipamiento, y como si fuera poco, han sido seleccionados como sede del acto central nacional por el día del trabajador de la industria ligera el próximo 1 de marzo.
Perteneciente a la Empresa Industria Cubana del Mueble, que comercializa surtidos bajo la marca Dujo, Madesa es de las UEB más destacadas del país durante buen tiempo, lo cual deviene fortaleza que se hace tangible en sus resultados económicos, avalados por la calidad.
Durante los dos últimos años ha logrado crecer en sus ingresos con unos 2 millones de pesos por encima de lo pactado, así como en las utilidades, con similar cifra, gracias a una coherente y atinada gestión empresarial sostenida por una amplia gama de muebles de diversos tipos destinados al turismo, las tiendas recaudadoras de divisa, salud pública, educación, comercio interior, entre otros.
Con talleres en los municipios de Contramaestre, Palma Soriano y Santiago de Cuba, una fuerza de trabajo de alta calificación y permanencia, y la necesaria cohesión entre administración y Sindicato, Madesa Santiago se hace notar en el escenario de la industria ligera cubana, algo de lo que bien sabe Roberto Ross Rey, con 47 años de labor.
“Tanto tiempo aquí me ha permitido apreciar el desarrollo que hemos logrado”, comenta esta carpintero jubilado, quien regresó a los talleres santiagueros para seguir aportando sus energías, lo mismo en la fabricación de muebles como en la formación de las nuevas generaciones.
“Esa es otra de nuestras fortalezas, destaca el jefe del taller Ramón Chávez Garbey, somos un centro escuela, hasta acá llegan los alumnos de politécnicos, pasan su tiempo de práctica laboral y muchos terminan quedándose, inyección de sangre joven que es garantía de continuidad”.
Uno de ellos es Yusniel Fuentes García, hoy compartiendo labores en el área de pintura con otro experimentado, Félix Guzmán Despaigne, con dos décadas y media de buen hacer en Madesa.
“Esta es una industria de progreso, comenta Guzmán, ahora, por ejemplo, se instalaron nuevos equipos, entre ellos una cabina de pintura muy moderna, con un eficiente sistema de extracción de gases que eleva la calidad de las producciones y beneficia las condiciones de trabajo”.
En materia de transformaciones con visión de futuro Madesa tiene proyecciones bien claras tanto en el orden administrativo como sindical.
Entre las de máxima prioridad están lanzar al mercado un nuevo diseño de cuna para bebé, renglón con altibajos en su aceptación por el pueblo; estrechar alianzas con la Universidad de Oriente para aprovechar las investigaciones que le aporten a su desarrollo y alcanzar la condición de colectivo Vanguardia Nacional del Sindicato de Industria.
Tales empeños están liderados por mujeres: la licenciada Mercedes Portuondo Bravo, quien llegó a Madesa recién graduada y tras largos años de experiencia asumió la dirección de la UEB, así como por Delia de la Torre Rivera, secretaria general del sindicato.
Ambas, con el incondicional apoyo de un equipo de trabajo bien cohesionado, confían en que 2019 sea otro año de éxitos, en el que nuevamente logren cumplir el plan, fijado en 6 millones de pesos, para demostrar, una vez más, que en materia productiva y sindical Madesa Santiago no se toma nada a la ligera.