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La consagración del Habano

Veintiún años después del primer evento creo en la consagración del Festival del Habano, un hecho tradicional que trasciende la manera familiar de cultivar las delicadas y aromáticas hojas, de conformar un puro, de ser acariciado tantas veces con las manos de los torcedores.

Foto: Omara García/ ACN

Y es que de tantos famosos que hay en el mundo, y han transitado por La Habana en busca del placer de oler, tocar o disfrutar un puro, que han tenido sus honores durante la Cena de Gala, ahora subieron “la parada” al otorgar un Premio Honorífico, y muy merecido al estudioso, al historiador, al fino conocedor del habano, a quien habla de habano y de La Habana, de una manera única, que emociona y entusiasma, que calma, que da cultura.

Eusebio Leal Spengler tiene un vínculo muy especial con el tabaco, lo ha estudiado en su vinculación con la historia, con las luchas independentistas, con la libertad. Por eso habla de los inseparables vínculos del cultivo y elaboración del habano con la historia y la cultura, que lo convierten en rasgo de identidad de la nación cubana.

Y una conferencia, ante los más de dos mil participantes en la edición XXI del Festival del Habano, no debe haber sido suficiente para que este intelectual de voz cálida y enamoradora hubiese expresado suficientemente lo que conoce sobre el tema.

Previno a sus interlocutores cuando sintetizó un texto inmenso: están ante un trabajo que viene del campo de la propiedad y la libertad; de la mano amorosa de generaciones, en la que interviene como factor fundamental la familia; y del valor, primero de los esclavos y luego de los líderes obreros, que defendieron el espíritu de producir tabaco.

Destacó que el origen de los nombres de muchos pueblos que circundan a La Habana se debe a las espléndidas vegas que se formaron en el equilibrio geográfico de las del centro de la isla con las del occidente, como Santiago de las Vegas, Calabazar, Alquízar, Güira de Melena.

En fin, Eusebio Leal fue —como se dice— a bailar a la casa del trompo, y brilló entre esa multitud de conocedores del tabaco; despertó admiración y atracción entre los muchísimos que nunca antes habían tenido la oportunidad de verlo vestido con su guayabera blanca, de escuchar como en susurros, su voz firme y enfática.

Era de esperar entonces, que algo inevitable tenía que suceder. Al callar su voz, y sin mucha espera, Inocente Núñez Blanco, copresidente de Habanos S.A, explicó razones sabidas para otorgar el Premio Honorífico a un hombre de excelencia, como son los habanos.

Mas, como el Festival del Habano va de sorpresa en sorpresa, habrá que esperar aún hasta la Cena de Gala, cuya atracción mayor es tradicionalmente la subasta de Humidores hechos totalmente a mano, con colecciones de los mejores Premium salidos de los artesanos del tabaco.

Habría que ver si el anunciado concierto del puertoriqueño Gilberto Santa Rosa no gana mayor fama.

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