Julio Mendieta lleva media vida entre takles y desbalances. Su actual responsabilidad como Jefe del cuerpo de entrenadores del estilo libre le otorga el protagonismo necesario para brindar su opinión sobre lo que aconteció en la lid internacional Cerro Pelado, que finalizó este viernes en el Coliseo de la Ciudad Deportiva, de La Habana.
“Esta edición no contó con la participación extranjera que queríamos, sin embargo, Estados Unidos se presentó con hombres en todas las divisiones y eso lo aprovechamos, pues son de una calidad reconocida a nivel mundial”.
“Aclaro que la presencia de los norteamericanos le agregó emoción a la justa, ya que se conoce la rivalidad que existe entre nosotros. Agradó la presencia del mejor hombre de Colombia en los 74 kilogramos. Pudimos observarlo bien y más conociendo que representará a su país en los Juegos Panamericanos de Lima 2019”, agregó.
“En general valoramos de positiva la lid. Acoger a las segundas y terceras figuras de Estados Unidos en la actualidad valió de mucho. Hay que recordar que estamos a pocos meses de los Panamericanos y un termómetro como este dice mucho”.
Punto de obligada de reflexión resultó su parecer sobre el concurso de sus discípulos, siempre hambrientos de gloria y superación.
“Los atletas jóvenes volvieron a demostrar sus deseos y avances. Es palpable como se baten con los consagrados. Son la semilla que sembramos y poco a poco dan frutos. Incluso me impresionó como asumieron sus duelos ante extranjeros”.
La Copa Mundial de Lucha Libre será un duro escollo. Chocar frente a los mejores obliga a la máxima concentración.
“Tenemos dos metas. Lograr incluirnos entre los tres mejores y pelear ante hombres de reconocida calidad y maestría. Serán cuatro duelos de primerísimo nivel. Retar a Rusia, Turquía y Japón es cosa seria y lo aprovecharemos”.
Lima 2019 es una roca dura en el camino del deporte cubano. La lucha conoce de su obligación y se propone cumplir.
“Trabajamos para alcanzar buenos resultados. El propósito es subir al podio en seis ocasiones. Tres a lo más alto. El reto es complicado pero no imposible, sin embargo confiamos en la calidad que hemos alcanzado. En Lima lucharemos con alma, corazón y vida”, concluyó.
