Las buenas experiencias en el comercio, la gastronomía y los servicios —y hay muchas— deben dejar de ser la excepcionalidad para convertirse en lo común en este sector, tanto en el área estatal como en la no estatal, señaló el Presidente de los Consejos de Estado y de Ministros, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, durante el balance de trabajo en 2018 del Ministerio de Comercio Interior (Mincin).
Sobre las 8:00 de la noche de este lunes terminó el mandatario cubano una jornada laboral matutina y vespertina que incluyó los balances de gestión anual en los ministerios de Comunicaciones; Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente (Citma) y este, en donde estuvo acompañado por Mercedes López Acea, miembro del Buró Político y del Secretariado del Comité Central del Partido; Ulises Rosales del Toro, vicepresidente del Gobierno, y varias ministras, ministros y otros ejecutivos.
El Jefe de Estado atestiguó en el Mincin, además, la firma de convenios de colaboración entre este organismo y los ministerios de la Industria Alimentaria, el Citma y Justicia, dirigidos a la capacitación, la metrología, la calidad y la inocuidad de los alimentos, entre otros ámbitos, para ampliar las relaciones mutuas y acrecentar la satisfacción del pueblo.
También se conoció, entre otras buenas nuevas, que en los próximos meses, con la distribución de más medios de pesaje digital, se irá implementando el sistema internacional de medidas; o sea, la venta en kilogramos —y no en libras— en la cadena de mercados Ideal, que vende en moneda nacional, y progresivamente en otras ventas liberadas.
No sentarse en el banco, enfrentar los problemas
La titular del Mincin, Betsy Díaz Velázquez, presentó un crítico informe de balance sobre la gestión del organismo en 2018 y las proyecciones para 2019, a partir de la elaboración de un banco de problemas y la solución a estos.
Señaló que el año pasado los resultados «no estuvieron a la altura de los requerimientos del país y la demanda de la población, prevaleciendo problemas subjetivos y objetivos».
Con más de 200 000 trabajadoras y trabajadoras en el ramo, la Ministra describió dificultadas en cuanto a política de cuadros, en los comercios minorista y mayorista, y en la protección al consumidor, entre otras áreas.
De acuerdo a los dictámenes sobre la situación económica y financiera de las empresas de comercio —según los cuales el 33 por ciento presentaron resultados negativos, trayendo consigo largas cadenas de impago—, el organismo se trazó 17 medidas de control, a aplicar de forma individual en cada una de ellas.
No obstante, aclaró Díaz Velázquez, no habrá capitalización de estas a partir del Presupuesto del Estado, el que no va «a financiar robos y desvíos de recursos».
Entre las prioridades del Mincin —informó—, están el perfeccionamiento de la gastronomía estatal, el diseño de proyectos de desarrollo local que incluyan sistemas de pagos a rendimiento, a partir de indicadores de eficiencia y normas de producción de tiempo o de servicios, «que permitan elevar la productividad del trabajo, mejorar los ingresos de los trabajadores y una mayor calidad de los servicios que prestan».
También se pronunció por una correcta atención a las nuevas formas de gestión —complementos del sector estatal—, en las 26 actividades de las que el Mincin es rector, y en las que están empleadas más 158 000 personas.
Reconoció que el principal reclamo de las formas de gestión no estatal es la apertura del mercado mayorista. Hoy solo disponen de aseguramientos las cooperativas no agropecuarias de la gastronomía que se desprendieron de las empresas estatales y los trabajadores por cuenta propia que tienen arrendadas unidades de empresas de comercio y gastronomía, a través de las empresas mayoristas de alimentos.
La no existencia de un mercado mayorista «impacta negativamente en el desabastecimiento del mercado minorista y por ende en la sostenibilidad de los servicios a la población», dijo.
Díaz Velázquez se refirió además a otras dificultades en el sector del comercio, la gastronomía y los servicios, como en el área de refrigeración, en la metrología y en la protección al consumidor, donde no solo inciden problemas objetivos, sino también indisciplinas y violaciones.
Pese a ello y con el objetivo de incrementar la cantidad y la calidad de los servicios y, como resultado, el bienestar de la población, el Mincin se planteó en su balance anual varios propósitos a corto y mediano plazo.
El presidente cubano Miguel Díaz Canel Bermúdez realiza clausura del Balance de Gestión 2018 del @MincinCuba donde hace hincapié en la política de cuadros, la informatización, investigación científica e innovación, sector con papel importante en la sociedad. #SomosCuba pic.twitter.com/LvlwjOCOj3
— Presidencia Cuba (@PresidenciaCuba) 19 de febrero de 2019
Resalta la necesidad de «un comercio con ciencia, incrementándose el vínculo con las universidades»; establecer negocios con inversión extranjera que propicien encadenamientos productivos; elevar el nivel técnico profesional de sus trabajadores; y lograr una mayor habilitación de los directivos.
Entre todos, lo podemos lograr
En la clausura del balance, Díaz-Canel llamó a potenciar entre todos al sector del comercio, la gastronomía y los servicios, para lo que se necesita tener inquietud revolucionaria (molestarse cuando las cosas se hacen mal, cuando se entorpece); y sensibilidad con los problemas de la población.
Cuando las personas acuden a uno de estos lugares va a resolver necesidades u obtener determinado bienestar, y eso no puede romperse por el maltrato, porque los medios de medición no están correctamente calibrados y por otras subjetividades.
Llamó a separar las estructuras estatales de lo administrativo, pero sin que unas y otras se desentiendan, sino que todos deben tocar las cosas con las manos. Los problemas deben ser resueltos por todos, desde la base al ministerio. Y rendirle cuentas a la población.
El mandatario explicó que los cuadros, ante problemas complejos, tienen que acudir a la investigación científica y desde ella llegar hasta la innovación. Así mismo, hacer uso de las nuevas tecnologías, como parte de la informatización de la sociedad.
Demandó también acelerar los programas de reanimación del comercio, la gastronomía y los servicios en los diferentes territorios, como se ha hecho en Santiago de Cuba, lo que es una orientación del General de Ejército Raúl Castro Ruz, Primer Secretario del Comité Central del Partido.
Así recibimos a nuestro Presidente @DiazCanelB, ratificando con un rotundo SÍ, el Referendo Constitucional. @MincinCuba @BetsyDazVelzqu1 pic.twitter.com/sWbIQp27iY
— Comercio Cuba (@MincinCuba) 19 de febrero de 2019
El Jefe de Estado exigió además orden, armonía y limpieza en las instituciones estatales. «Lo estatal no puede ser lo más feo», dijo. Y se preguntó «por qué no hacemos lo que hace el sector no estatal», que es un complemento de lo estatal, como vender a domicilio y otras fórmulas viejas que se aplican en el mundo.
A sabiendas de que este sector es uno de los que tiene más bajos salarios en el país, un asunto que fue recurrente en el debate de los participantes en la reunión de balance, Díaz-Canel se preguntó también si es lógico que una empresa de comercio o gastronomía tenga pérdidas y no pueda repartir utilidades entre sus trabajadores.
Lo que pasa es que parte de esas utilidades se roba, y su expresión está en la cadena de impagos que se tienen con otros actores de la economía, reflexionó. «Y como se planteó aquí el Presupuesto del Estado no se usará para pagar robos».
El Presidente cubano resaltó también el rol que le corresponde al sistema empresarial del Mincin en el equilibrio financiero interno, por lo que orientó garantizar un correcto control interno, y mejorar las condiciones de trabajo y la atención al hombre.
Enfatizó el presidente cubano @DiazCanelB en el balance del @MincinCuba en la batalla por la ética y la calidad en los servicios
#SomosCuba pic.twitter.com/4usPXwNKwa— Presidencia Cuba (@PresidenciaCuba) 19 de febrero de 2019
Tomado de ACN