Ismael Domínguez Urrutia sabe del trabajo duro, de las madrugadas en el plantón, de la caña y del azúcar, pero sabe también lo que significa ser respetado, que se tome en cuenta su opinión, y del pleno disfrute de derechos, entre ellos el que sus tres hijos, nacidos en cuna campesina, sean hoy, para orgullo familiar, médica, informático y economista.
“Ahí están una de las cientos de razones que tengo para ir bien temprano a mi colegio electoral y hacer una marca fuerte y clara en la casilla que dice Sí.
“Aquí en Sabanilla, Songo-La Maya, tierra santiaguera, yo no soy el único convencido de la importancia de esta nueva Constitución, y de lo que ella representa para nosotros, la gente más humilde, esa que gracias a la Revolución disfruta de las más grandes conquistas que puede desear una persona.
“Por ejemplo, en nuestra UBPC cañera, con 196 cooperativistas, eso del derecho a una vivienda digna se hace realidad, somos fuertes en la construcción y en la mejora de casas para nuestra gente, cada año le entregamos una a la pareja de macheteros con mejores resultados en el corte.
“Por supuesto que voto Sí, mis razones están más que claras y las defenderé en las urnas este 24 de febrero”.