“La Feria Internacional del Libro es, a no dudarlo, el acontecimiento cultural más importante del año y participar en él en calidad de invitado de honor, es quizás el más alto galardón no solo recibido en mi carrera literaria sino en toda mi vida. De repente te regalan un nuevo encuentro con los lectores, la posibilidad de reanudar ese diálogo de sensibilidades que es la lectura. Y de darles a conocer, sobre todo a los lectores más jóvenes, la obra de un escritor que siempre apostó por ellos e hizo todo lo posible por transmitirles todo lo que sabía de ese oficio a veces tan solitario como es la literatura”.
Fundador del Centro de Formación Literaria Onelio Jorge Cardoso, del cual han emergido sobresalientes narradores, Heras León igualmente se desempeñó como director del Fondo Editorial de la Casa de las Américas, desde donde gestó y fomentó un significativo catálogo sobre literatura.
Hombre culto, con una extraordinaria experiencia de vida que se remonta a los años de su juventud, cuando al graduarse fue el primer expediente de la Escuela de Artillería Comandante Manuel Fajardo, de Baracoa, ocasión en que recibió como premio una pistola de manos del Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz. Con él compartió el escenario de combate en Playa Girón, como segundo jefe de la Batería 7 de Morteros 120 mm. Recuerda asimismo con orgullo la vez que conversó con el Comandante Ernesto Che Guevara cuando cursaba estudios para jefes de artillería en los Cursos Vystrel, de la Unión Soviética, entre 1962 y 1963, donde fue el mejor alumno.
Son recuerdos imperecederos de quien también fue uno de los principales protagonistas, ante el llamado del líder histórico de la Revolución cubana, del programa televisual Universidad para Todos, noble proyecto emprendido en Cuba en favor de la superación educacional y cultural del pueblo, y en el que Heras impartía Técnicas Narrativas.
“Este proyecto fue importante en mi vida como escritor y profesor. De ese curso salió el libro Los desafíos de la ficción, la recopilación más completa de la lengua española sobre técnicas narrativas, con casi mil 300 páginas”, destacó.
Como narrador, es uno de los más prolíficos exponentes de Iberoamérica, tal y como podrá apreciarse en la producción literaria correspondiente a su autoría que los lectores podrán encontrar en la sede de la Feria, en la Fortaleza de San Carlos de la Cabaña, del Complejo Histórico Militar Morro-Cabaña, Patrimonio de la Humanidad del Centro Histórico de La Habana Vieja.
Sobre la manera en que recibió la noticia de que en esta oportunidad este importante evento le rendiría homenaje dijo: “Lo primero, fue una sensación de sorpresa, de agradable sorpresa e incredulidad. Después, cuando comencé a acostumbrarme a la idea, te confieso que el corazón se me convirtió en una fábrica de emociones: todavía no acabo de convencerme de que mi obra merezca un galardón tan destacado”.
Los pasos en la hierba, ganadora de una Mención del Premio Casa de las Américas en 1970, con prólogo del poeta y ensayista Roberto Fernández Retamar, presidente de esa prestigiosa institución, fue presentado allí también el pasado 8 de febrero por los ensayistas Abel Prieto y Jorge Fornet.
La publicación, perteneciente a la Colección Premio, del Fondo Editorial Casa de las Américas, conserva el diseño original de Umberto Peña, y desde su prólogo Fernández Retamar pone en contexto la reedición y además hace justicia al mencionar los ataques que recibió su autor en los inicios de lo que luego Ambrosio Fornet denominó quinquenio gris.
Un jurado exigente, como lo ha descrito Fernández Retamar, integrado por los escritores Óscar Collazos (Colombia), Alberto Escobar (Perú), Eduardo Galeano (Uruguay), Antonio Skármeta (Chile) y Sergio Chaple (Cuba), decidió otorgarle la Mención.
El presidente de Casa de las Américas narra en este pórtico, que como Heras no recibió el premio, debía considerarse su publicación por un lector de la Casa. Ese lector fue él, y hoy lo hace público. De manera que al Premio y a Retamar se le debe su salida en 1971 y 48 años después afirma que es motivo de felicidad volver a publicar Los pasos en la hierba, obra de un auténtico creador, un maestro y un compatriota leal.
Eduardo Heras León recibió en el 2001 el Premio Nacional de Edición. Es autor de otros muchos volúmenes notables, entre estos La guerra tuvo seis nombres (1968); Cuestión de principio (Premio Nacional de la Uneac, 1983, y Premio Nacional de la Crítica, 1986).
Es crítico de danza y coguionista de varias obras para cine y televisión recreadas de sus cuentos. Posee la Distinción Por la Cultura Nacional, la Réplica del Machete del Generalísimo Máximo Gómez, y la Distinción Maestro de Juventudes, entre otros muchos lauros.