Fiel al ritmo y la calidad que la han llevado a asaltar los más encumbrados escenarios deportivos, la lucha grecorromana cubana volvió a plantar bandera en el concurso del Torneo Granma-Cerro Pelado, que por estas fechas se celebra en el Coliseo de la Ciudad Deportiva. Uno de sus baluartes en la actualidad es el capitalino Luis Orta, quien este lunes se impuso en la disputa del título a su compatriota Javier Duménico en los 60 kg.
“Fue un combate difícil. Inclusive reclamé una acción que fue ilegal por parte mi rival. Sin embargo, cumplí con el plan táctico y logré la medalla de oro”, aseveró el campeón de los Juegos Centroamericanos y del Caribe Barranquilla 2018.
El pasado año resultó fundamental en la evolución de este joven gladiador, que aspira a mucho más.
“Alcancé un buen número de éxitos en el 2018. Los técnicos valoraron más mi estilo de pelea y me llegaron oportunidades que aproveché. Debo señalar que la experiencia en la liga alemana repercutió positivamente. Se combate con muchos europeos, que tienen el mayor nivel en la actualidad. Además se aprende a manejar la presión en duelos cerrados, algo fundamental al más alto nivel”.
Orta aclaró que la competición germana tiene sus particularidades.
“Allá se exige mucha seriedad en el pesaje. Apenas hay tiempo de recuperación entre combates. Hay que acelerar el calentamiento para comenzar fuerte. Adelanto que existe la intención de regresar. Solo resta esperar porque se realicen los trámites”.
El 2019 continuará con un calendario riguroso, razón que obliga a no bajar la guardia y a continuar entrenando a con intensidad.
“Ahora debo enfocarme en el campeonato continental. Esa justa me servirá de preparación para los Juegos Panamericanos de Lima 2019 donde tengo la misión de lograr una presea. Ojalá sea la dorada ya que representar a tu país y verte en lo más alto del podio es una sensación espectacular”, aseveró Orta, una de las armas más afiladas de nuestra lucha en la actualidad.