Otra de las experiencias derivadas de los debates fue la necesidad de que exista unidad entre las organizaciones políticas, administrativas y sindicales en estrecha alianza con todos los que intervienen en el combate contra esos males.
Varias entidades expusieron sus resultados en la disminución de esos hechos repudiables, lo cual evidenció que es real la posibilidad de éxito en el enfrentamiento, sin embargo, no ocurre tan generalizadamente como se requiere.
También se motivó la reflexión desde el punto de vista sindical, con el hecho de que existen lugares donde tuvieron un retroceso en el empeño de detener esas actuaciones inescrupulosas, y se llamó a actuar de inmediato para revertir la situación.
Aunque se requiere de un nivel de capacitación para realizar auditorías, supervisiones, o controlar los recursos, los trabajadores no pueden ser ajenos a esos asuntos, y las administraciones tienen la responsabilidad de tenerlos al tanto.
El conocimiento de esos temas por parte de los colectivos, permite una actuación más profunda de los trabajadores cuyos resultados en los procesos productivos o de servicios se afectan cuando ocurren hechos delictivos.
Entre los participantes en el encuentro estaban Consuelo Baeza Martín, miembro del Secretariado Nacional de la CTC, y Julio Morales Verea, secretario general de la CTC en la provincia de Villa Clara.